Tanto el ajo
como la miel son dos valiosos antibióticos naturales muy conocidos y utilizados
desde la antigüedad. La sinergia entre ambos da como resultado un jarabe con
gran variedad de usos, que puede venir muy bien en las típicas molestias de
invierno como gripe, resfriados, tos, garganta irritada y demás. Por otro lado,
es una de las maneras más sencillas de dar ajo como remedio natural a los
niños.
INGREDIENTES
Ajos
pelados, cortados muy finos, picados o rallados.
Miel
(preferentemente ecológica y cruda.
PREPARACION
1.- Introducir
el ajo en un envase y cubrir completamente con la miel. Remover y tapar. Dejar
a temperatura ambiente alejado de la luz y de fuentes de calor. Si se remueve
de vez en cuando se hace antes.
2.- Aunque
es mejor que macere durante 8 horas, normalmente a las 4 horas ya tendremos
líquido suficiente, por lo que si hace falta se puede comenzar a tomar. Después
de 8 horas, el resultado será un jarabe líquido que podremos colar fácilmente.
Una vez colado, guardar en la nevera máximo dos o tres días.
CÓMO TOMARLO
Si estáis
acostumbrados a otros jarabes de miel como el de cebolla, notaréis que este es
más fuerte, ya que el sabor a pesar de ser dulce, conserva los matices picantes
y aromáticos del ajo.
En procesos
agudos se puede ingerir desde una cucharadita a una cucharada cada poco tiempo,
por ejemplo cada hora o cada dos horas. A medida que se mejora se van
espaciando las tomas.
En el caso
de procesos largos, 3 ó 4 veces al día es una buena opción.
Aunque se
puede tomar a cualquier hora, en ayunas o después de las comidas, si se es un
poco sensible al ajo probablemente siente mejor después de las comidas.
QUIENES LO PUEDEN TOMAR
Este jarabe
es apto para cualquiera que pueda incluir, y tolere bien, el ajo crudo y la
miel en su dieta de manera habitual.
En el blog
también tenéis esta entrada en la que encontraréis otras variedades muy
utilizadas de estos jarabes con miel. El de cebolla y de zanahoria son dos de
los más populares.
Fatima Sole
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