“La inteligencia emocional es una
forma de interactuar
con el mundo que tiene muy en cuenta
los
sentimientos, y engloba habilidades
tales como el control de
los impulsos, la autoconciencia, la
motivación, el
entusiasmo, la perseverancia, la
empatía, la agilidad
mental. Ellas configuran rasgos de
carácter como la
autodisciplina, la compasión o el
altruismo, que resultan
indispensables para una buena y
creativa adaptación
social”. Daniel Goleman.
La inteligencia emocional es un término
acuñado por dos psicólogos de la Universidad de Yale (Salovey & Mayer) y
difundida mundialmente por el psicólogo, filósofo y periodista Daniel Goleman,
y en resumen sería la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar los
estados anímicos propios y ajenos.
Daniel
Goleman establece en su libro “Inteligencia Emocional”, que el éxito de una
persona no viene determinado únicamente por su coeficiente intelectual o por
sus estudios académicos, sino que entra en juego el conocimiento emocional.
Cuando hablamos de inteligencia emocional, hablamos de la capacidad del
individuo para identificar su propio estado emocional y gestionarlo de forma
adecuada. Esta habilidad repercute de forma muy positiva sobre las personas que
la poseen, pues les permite entender y controlar sus impulsos, facilitando las
relaciones comunicativas con los demás.
Las cinco
capacidades de la Inteligencia Emocional.
La
inteligencia emocional se puede organizar en torno a cinco capacidades:
1ª. CONOCER
EMOCIONES Y SENTIMIENTOS: Cuando tenemos mayor certeza de nuestras emociones
podemos dirigir mejor nuestras vidas ya que tenemos un conocimiento seguro de
cuáles son nuestros sentimientos reales. Igualmente cuando conoces el mensaje
que nos trae cada una de las emociones vamos a saber cómo responder de una
manera adecuada. Atendido el mensaje la emoción se marcha y no se queda llamando
una y otra vez hasta ser atendido o llegando a somatizar en el cuerpo físico.
2º. APRENDER
A MANEJARLAS: La conciencia de uno mismo es una habilidad básica que nos
permite controlar nuestros sentimientos. Dominar el leguaje de las emociones
permite expresar lo que se siente con facilidad y libertad, y también saber
poner límites y decir NO.
3º. APRENDER
A CREAR MOTIVACIONES PROPIAS: El control de la vida emocional es fundamental
para mantener la motivación y la creatividad. Ser emocionalmente inteligentes
es saber hacer frente a las adversidades de la vida y salir fortalecido de
estas experiencias, hoy esta capacidad se la conoce por el término de
Resiliencia. Es muy importante para cualquier persona con desarrollo de su
inteligencia emocional el apreciar y valorar lo que tiene y sobre todo generar
sueños por los que luchar, retarse, desafiarse para alcanzar su
auto-realización.
4º. APRENDER
A IDENTIFICARLAS EN LOS DEMÁS: Cuando desarrollas la empatía eres capaz de
reconocen las necesidades de los demás. Esto tiene el efecto de generar
relaciones mucho más cercanas, lo que no significa que tengamos que estar de
acuerdo con lo que el otro dice o
tengamos la obligacion de satisfacer la necesidad del otro. El aprender
a identificar nuestros propios estados emocionales y el de los demás nos va a
ayudar también al desarrollo de nuestra capacidad para trabajar en equipo.
5º. APRENDER
A GESTIONAR LAS RELACIONES: Las personas que sobresalen en este tipo de
habilidades desarrollan su liderazgo personal de una manera consciente,
participando, deliberando y conviviendo con todos desde un ambiente armónico y
de paz.
Está claro
que en nuestra sociedad hay un gran déficit en el desarrollo de este tipo de
inteligencia, se refleja en nuestra torpeza emocional donde la “dueña y señora”
es la reactividad. Cuando alguien se comporta de manera reactiva podemos observar
como se está colocando en una posición de víctima. Víctima ante su incapacidad
para auto-controlarse y delata su analfabetismo de conocimiento sobre sí mismo.
El mensaje
de las emociones.
Cuando surge
una emoción es una alarma que se enciende para avisarnos de que ha surgido una necesidad en nosotros y el
auto-conocimiento es el que nos permitirá identificar dicha necesidad para
poder satisfacerla correctamente. Como desconocemos este proceso, no somos
conscientes que cuando, por ejemplo, nos enfadamos esta emoción nos está
avisando que hay algo importante para nosotros que no ha sido respetado por
otro/s. Que cuando estamos tristes es porque hemos perdido algo que era valioso
para nosotros. Que cuando sentimos satisfacción es porque hemos honrado
nuestros valores, a diferencia de cuando nos sentimos culpables que sería justo
lo contrario.
Desconocemos
el mensaje que nos traen las emociones y
mucho menos sabemos identificar nuestras necesidades internas, así que
rara vez sabemos responder de manera adecuada y esto nos lleva a ser reactivos,
a generar huidas, abandonos y conflictos en las relaciones, al no saber
interpretar el mensaje de la emoción nos lleva a generar estrés, ansiedad,
depresión, euforia, etc. Y como la emoción tiene como función la de ser una
"alarma", ella sigue ahí llamando una y otra vez para ser atendida.
"Las emociones son las
mensajeras de las
necesidades del Alma.
El Alma nos susurra, si no le
atendemos,
el Alma nos habla, si tampoco le
atendemos,
el Alma nos grita.
Y cuando el Alma grita, lo hará a
modo de
síntoma psicológico o síntoma
físico".
Las somatizaciones emocionales.
Así cada vez que tenemos una emoción
se produce un cambio fisiológico que preparan a nuestro organismo para afrontar
la situación. Los cambios fisiológicos más comunes son:
* Las alteraciones en la circulación de la sangre.
* Los cambios respiratorios.
* Las secreciones glandulares.
Los incrementos más pronunciados aparecen en las reacciones de tristeza,
miedo, ira y asco, mientras que la alegría produce variaciones mínimas en dicha
respuesta, salvo que la respuesta a la alegría sea exagerada y se convierta en
euforia donde también se disparará.
El encargado de regular los aspectos
fisiológicos de las emociones es el Sistema Nervioso. El sistema autónomo
acelera y desacelera los órganos a través del simpático y para-simpático; la
corteza cerebral ejerce también una gran
influencia inhibitoria de las reacciones fisiológicas, así que desarrollo de la
inteligencia emocional, logra dominar estas reacciones y mostrar un
auto-control casi perfecto.
Concluyendo el post, es de vital
importancia el desarrollo de nuestra Inteligencia Emocional. Cada vez más
escuelas empiezan a introducir esta como asignatura para que los niños empiecen
a tomar contacto con el mundo de las emociones y aprendan a gestionarlas. El
conocimiento del mundo emocional nos va a aportar múltiples beneficios
individuales, profesionales,comunitarias. Cada día más empresas solicitan este
tipo de cursos y talleres, y no estaría de más que los gobernantes de todos
países tuvieran que estar certificados en esta materia ya que gobernantes con
un buen coeficiente de inteligencia emocional influirían directamente en la
creación de un mundo mejor.
"Existen dos actitudes que
nuestro
mundo necesita con urgencia:
EL AUTO-CONTROL y EL ALTRUISMO"
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