Cuando hablamos de belleza ante el dolor, puede resultarnos un tanto incongruente y disociado con lo que podemos apreciar en situaciones que preferiríamos evitar, pero aun así esto no quiere decir que la belleza se ausente en esos momentos terribles, que a todos nos toca enfrentar alguna vez en la vida.
La belleza está en cada detalle de la vida, y que la ignoremos
no la hace desaparecer, existe, más allá de cualquier concepto que se tenga de
la belleza y su expresión, no obedece a algo o a alguien, no se acepta o se
practica, simplemente se nota o no y cuando nuestro corazón sufre, solemos
negar la razón y oscurecer el pensamiento.
Pudiera parecer un romanticismo, pero hagamos la prueba en
nuestra propia y obvia existencia, con lo que amamos y odiamos, con lo que
ganamos y perdemos, todo obedece a un tiempo y a un espacio, solo sucede,
ahora, luego o nunca, pero mientras nuestra vida transcurre, todo lo demás
sigue allí, afuera, latente, imperceptible ante nuestros ojos y parte de
nuestro dolor.
Quizá cada quien tenga una apreciación distinta y diversa de
lo bello, pero lo cierto es que nadie abraza la verdad, solo su verdad única,
pero más allá de cualquier creencia, fe, esperanza o filosofía de vida, la
belleza está en todo, como el amor, que nos atraviesa y que es imposible de
esquivar.
Podemos escapar de muchas cosas, sentir deseos de desaparecer
en muchas ocasiones, pero la vida continúa, avanza, transcurre, con toda su
majestad y su hermosura. Aunque no podamos notarlo, por nuestras penas, por las
tormentas que atravesamos, la belleza está presente, existe, sutil e imponente,
incomprensible ante nuestro sufrimiento y esperando pacientemente que aprendamos
a apreciarla, esperando aliviar nuestra pena.
Cuando las cosas llegan de manera inesperada, nos sorprenden
grata o ingratamente, pero si logramos ver más allá, podremos admirar en ella
lo que con los ojos del ego jamás podríamos, la perfección y el sentido pleno
de la vida, quizás no en el preciso momento de la turbulencia, cada quien llega
a su tiempo…
Nada se nos oculta, nada es fenomenal como preferimos pensar,
por el contrario, todo es tan evidente en este universo, que somos incapaces de
verlo.
Por: Marvi Martínez
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