¿Qué tal el día?
Seguro que como casi todos los lunes ha sido un día de locura; no has llegado a muchas de las cosas que tenías planeadas para hacer y si has llegado ha sido corriendo:
Levantarte con la hora justa.
Desayunar mal, para no llegar tarde al cole/trabajo...
Correr casi todo el día para realizar las tareas planeadas.
Encima seguro que llegarás a casa y tendrás que hacer cosas: limpiar, comidas, lavadoras...
No es que muchos de mis proyectos de hoy no haya podido realizarlos, es que la mayoría de lo que he hecho no lo he disfrutado, por las prisas, la culpabilidad de no llegar a tiempo...
¿Sabes qué?
Ahora mismo decido pararme, me paro y respiro, solo respiro y me dirijo hacia la ventana a ver el cielo, busco algo que me guste: una nube, la luna, una planta... y la miro, sonrío y la miro mientras respiro y pienso que no importa lo que no llegue a tiempo a realizar; mañana será otro día, de este solo me queda respirar y disfrutar.
Lo que queda de día voy a disfrutarlo de forma consciente; voy a hacer la cena sin prisa y con cariño, pues serán manías mías, pero para mi que sabe mejor; pensaba poner la lavadora, pero... ¿Sabes qué? ¡Que le den, si, que le den a la ropa! Voy a charlar un rato con mi familia y después voy a respirar en silencio y empaparme de ese silencio, hasta que la paz tranquilice mi alma.
Mañana será otro día.
Rosa Francés Herbasana (Izha)
Seguro que como casi todos los lunes ha sido un día de locura; no has llegado a muchas de las cosas que tenías planeadas para hacer y si has llegado ha sido corriendo:
Levantarte con la hora justa.
Desayunar mal, para no llegar tarde al cole/trabajo...
Correr casi todo el día para realizar las tareas planeadas.
Encima seguro que llegarás a casa y tendrás que hacer cosas: limpiar, comidas, lavadoras...
No es que muchos de mis proyectos de hoy no haya podido realizarlos, es que la mayoría de lo que he hecho no lo he disfrutado, por las prisas, la culpabilidad de no llegar a tiempo...
¿Sabes qué?
Ahora mismo decido pararme, me paro y respiro, solo respiro y me dirijo hacia la ventana a ver el cielo, busco algo que me guste: una nube, la luna, una planta... y la miro, sonrío y la miro mientras respiro y pienso que no importa lo que no llegue a tiempo a realizar; mañana será otro día, de este solo me queda respirar y disfrutar.
Lo que queda de día voy a disfrutarlo de forma consciente; voy a hacer la cena sin prisa y con cariño, pues serán manías mías, pero para mi que sabe mejor; pensaba poner la lavadora, pero... ¿Sabes qué? ¡Que le den, si, que le den a la ropa! Voy a charlar un rato con mi familia y después voy a respirar en silencio y empaparme de ese silencio, hasta que la paz tranquilice mi alma.
Mañana será otro día.
Rosa Francés Herbasana (Izha)
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