¿Qué quiero en estos reyes?
En realidad no quiero nada, tal vez solo me gustaría dormir y
despertar con los gritos de mi hermano:
-¡Los Reyes, los Reyes, que han venido! y a ti no te han traído
nada jajjajajaj.
Levantarme alborozada y asustada por si este año sus palabras
no eran de broma y era verdad que no habían traído nada.
Levantarme y ver mi muñeca y reír de felicidad al tiempo que
corro hacia mi madre y grito.
-¡Los Reyes mamá, los Reyes! ¡Papá, papá mira!
Subir sobre su cama saltando y gritando, a la vez que me “chivo”.
-El tete me ha engañado y es tonto.
Oír de nuevo la risa de mis padres, de mi hermano y mía
juntas.
Reencontrar esa dulce inocencia, emocionarme con una muñeca
vieja reciclada para la ocasión, volver a sentir el abrazo de mi madre cuando
estoy asustada, volver a escuchar un cuento de sus labios, irme con mi padre de
paseo, ver la tele en blanco y negro, poner un cassete y bailar y reír y reír
de nuevo.
Eso quiero para mis reyes, despertar y ver que todo es un
sueño, que no he crecido, sentir los brazos de mi madre a mí alrededor diciéndome:
-No pasa nada, solo es un sueño.
Levantarme y acurrucarme en su cama, abrazada a mis padres,
sentir su amorosa voz, oler su piel, memorizar en cada célula de mí ser esos
instantes.
Ese es mi deseo.
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