"El
Alma se tiñe del color de tus pensamientos. Piensa sólo en aquellas cosas que
están en línea con tus principios y que puedan ver la luz del día. El contenido
de tu carácter lo eliges tú. Día a día, lo que eliges, lo que piensas, y lo que
haces, es en lo que te conviertes. Tu integridad es tu destino, es la Luz que
guía tu camino" Heráclito de Éfeso (Éfeso, Turquía, 535 a. C. - 475-474 a.
C., Ibd.)
Cuanto
hemos caminado como humanidad en esta vuelta galáctica, desde Heraclito hasta
hoy. Nos hemos confundido de tanto especular con la mente. Hemos llegado a
complicar todo tanto hasta enredarnos en los conflictos que hoy sufrimos.
No todo
fue sombras, también hubo luces, pero en lo esencial parece que nos desviamos
mucho. Esto lo teníamos claro en los años 500 a.C. Sombreamos la luz de estos
conceptos y nos estructuramos rígidamente en desconocer que somos lo que
pensamos, sentimos y hacemos.
Hoy
tenemos que enfrentar el gran desafio de discernir y borrar todo lo que
aceptamos de afuera y no es nuestro. Todo lo que hacemos por costumbres
sociales, por habitos, por miedo, por culpas. Hoy tenemos que tomar el timon de
nuestra existencia en la clara conciencia de que somos libres de elegir el
camino. Elijamos en conciencia y observemos que sucede en nuestra vida. Demos
pasos existenciales, elegidos en nuestro interior. Seamos nosotras/os mismas/os.
Volvamos al camino de la evolución, fieles a nuestro ser e irradiando el sentir
del corazon. Dejemos ir la lógica que nos separo, que nos hizo desconfiados, egoístas,
desleales, competitivos…sigamos el camino del corazon, donde están todas las
respuestas.
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