MUCHAS VECES DESEAMOS PERDERNOS…CUANDO LO QUE NE ESITAMOS ES ENCONTRARNOS




Nos encontramos muchas veces en situaciones agobiantes en nuestra vida, momentos en los cuales preferimos escapar, huir, alejarnos de aquello que nos atormenta o simplemente deseamos dejar de lado, sin embargo, si observamos más allá, nos daremos cuenta de que en la mayoría de los casos, deseamos perdernos, cuando en realidad lo que necesitamos es encontrarnos.

La mayoría de las situaciones que nos generan conflicto, tienen su origen en alguna emoción que guardamos en nuestro interior, alguna vivencia que marcó una diferencia en nuestra vida, un recuerdo, un sentimiento, algún hecho que permanece en nuestra alma y en nuestra memoria, sea cual sea el caso, es un asunto nuestro, aunque pretendamos atribuirlo a algo externo, por lo que aislarnos no traerá solución alguna.
Encontrarnos a nosotros mismos, aunque pueda resultar doloroso en muchas ocasiones, es la manera más directa de conectarnos esencialmente con el origen de las diversas situaciones en nuestra vida que nos generan malestares, pesares, que nos incomodan, evidentemente, también ocurre con las emociones que catalogamos como positivas, el caso es hacer frente a estas emociones, abordarlas y aceptarlas, desde nuestro interior, no desde lo externo.

La necesidad de aislarnos y de apartarnos de todo, no tiene que ser un sentimiento negativo, por el contrario, puede ser el mejor espacio y momento para iniciar nuestra propia búsqueda, para atrevernos a indagar en caminos internos nunca recorridos, jamás transitados, por temor, duda o desconocimiento.

Cuando deseamos perdernos, quizás debamos ocuparnos de encontrarnos, de vislumbrar en nuestro interior aquello que nos genera ese sentimiento y esa necesidad de estar lejos de todo, de quienes amamos, de nuestros problemas, de los compromisos y las responsabilidades, pues a final de cuenta, debemos tener claro que tarde o temprano siempre debemos regresar a ellos.
Encontrar aquello que guardamos celosamente en nuestro interior, es parte importante de nuestra verdadera misión en esta existencia, pues nos daremos cuenta de la igualdad en esencia que existe en el mundo, de la capacidad de amar que nos acompaña, de la humanidad innata que muchas veces olvidamos y de esa conexión que tenemos con el resto del mundo aunque lo neguemos.

No es perdernos lo que solucionará las controversias de nuestra vida, nos podrá brindar un espacio de apartamiento, un instante de olvido y unos falsos momentos de tranquilidad, pero la situación perdurará y en cualquier otro momento desearemos huir nuevamente, por lo que lejos de perdernos, está en encontrarnos realmente, donde radica el verdadero descanso del alma, mente y cuerpo.
Observa esa necesidad permanente o momentánea de perderte, de desaparecer, e indaga en tu interior, búscate, evalúa esa necesidad de no estar donde debes estar, de no enfrentar lo que se presenta en tu camino, de conocerte, de manejar tus emociones y explotar tus capacidades.

La vida te ofrece oportunidades, encontrarte es una de las principales razones de la existencia, pues, aunque no lo parezca, allí radica la comprensión de muchas causas de nuestra vida y evidentemente, del principal camino que nos orienta.

Fuente: Rincon del Tibet




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