POR QUÉ LAS GALLINAS ECOLÓGICAS SON MÁS FELICES?


 

Has oído hablar de las «gallinas felices»? Es una manera informal de referirse a la gallina ecológica. Si te preguntas cómo puede ser que una gallina esté contenta, en este artículo te explicaremos las claves para que comprendas cómo son estas aves.

 

O, más concretamente, cómo viven. Porque las gallinas son gallinas, y lo que diferencia a éstas es el trato ético que les damos.

 

Seguro que no vuelves a dudar entre huevos ecológicos y normales.

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¿De dónde viene la gallina ecológica?

Antes de que la producción de alimentos se industrializara, las gallinas vivían a su aire en la huerta o en el patio de atrás. Comían hierba, lombrices, grano y los restos de la comida de las personas.

 

Un día eso empezó a cambiar y lo contrario se convirtió en lo normal y convencional: las gallinas entraron en las fábricas y se convirtieron en máquinas de poner huevos.

 

Hoy, en España, hay unos 45 millones de gallinas enjauladas (el 10 % de la población de gallinas de Europa). Viven hacinadas en fincas de unas 42.000 aves de media y producen el 96 % de los huevos del mercado.

 

Son poblaciones que viven apretujadas, estresadas y forzadas.

 

Por suerte, poco a poco está creciendo la ganadería ecológica, más parecida a la de antaño, más arraigada a la tierra y más consciente de los ciclos naturales y de los peligros de la contaminación.

 

El concepto es bien sencillo: tratemos a los animales con respeto y empatía.

 

¿Por qué nos gustan las gallinas ecológicas?

La población avícola ecológica en España está formada por más o menos un millón de gallinas, que producen un 4 % de los huevos totales.

 

Esta forma de explotación está muy regulada para conseguir la certificación oficial bio. Nos gusta porque:

 

Son gallinas que viven libres en las fincas de estas granjas

Las gallinas ecológicas pasean, caminan, andan libres entre la hierba, picoteando bichitos, hojas y grano. Ejercitan la musculatura como es natural. Están más sanas.

 

Cada una tiene 4 m² de espacio en el parque exterior. La zona cubierta en la que descansan puede tener hasta 6 gallinas/m².

 

Comen pienso ecológico

Son alimentadas con cereales de origen ecológico. Es decir, cultivados sin sustancias químicas sintéticas que puedan pasar a sus organismos, a sus huevos y a nosotros..

 

Tienen ritmos naturales

Su vida diaria no esta forzada. Es obligatorio dejarlas dormir a oscuras durante ocho horas ininterrumpidas. Estrés, el justo.

 

Las explotaciones son pequeñas y sostenibles

Las granjas avícolas ecológicas tienen unas 1600 gallinas de media, con un máximo de 250 aves por hectárea.

 

Esto favorece la economía rural, pues puede haber muchas más granjas distribuidas por todo el territorio, en vez de unas pocas macroexplotaciones intensivas.

 

Además, la cría ecológica exige que la granja también lo sea. Se minimizan la contaminación y los residuos y se hace lo posible por cuidar del entorno.

 

Se fomenta la biodiversidad y la variedad local

Otro motivo que hace interesante este tipo de avicultura es que permite la cría de razas locales de gallinas.

 

Cada región tiene sus propias variedades de animales de granja y vegetales. Son razas y subespecies de plantas y animales propias del lugar por cultura, tradición y también por adaptación a las condiciones de ese entorno.

 

Las pequeñas explotaciones avícolas ecológicas pueden recuperar y proteger a las razas locales de gallinas. Salvan la biodiversidad local, un patrimonio natural al que dan una nueva oportunidad en una industria muy estandarizada.

 

Así tratadas, las gallinas son, en efecto, felices. Y si no te lo crees, mira qué bien están estas:

 

Lo que hay tras un huevo ecológico

 

Como ves, la cría de gallina ecológica es importante por varios motivos. Y su objetivo es conseguir Huevos Ecológicos, por supuesto.

 

¿Qué es el huevo ecológico?

El huevo de gallina ecológica no se diferencia del convencional en sus propiedades nutricionales. Pero está libre de restos de sustancias contaminantes procedentes de la alimentación no ecológica.

 

Lo comemos por lo que significa:

 

Sostenibilidad ambiental, fomento de la actividad del campo y bienestar animal.

 

Pero ¿sabes diferenciarlo?

 

¿Cómo se diferencia el huevo ecológico y el campero?

En el mercado existen varias denominaciones comerciales para el huevo, que dependen de la forma de cría de la gallina. Para poder elegir bien el huevo en el comercio, conviene que sepas diferenciarlas.

 

Además del etiquetado, es obligatorio marcar la cáscara de los huevos con un código de cifras y letras. En ese código se indica el origen geográfico de los huevos y el tipo de cría de la gallina:

 

Criada en jaula, es la gallina peor tratada: se identifica con un 3 como primera cifra del código.

Criada sobre suelo en una nave con hasta 9 gallinas/m2: se marca con un 2.

Criada en suelo de tierra, con acceso libre al exterior y hasta 9 gallinas/m² en interior y alimentación convencional: un 1.

Criada 100 % ecológica: un 0 como primera cifra..

 

Cuida a la gallina ecológica

Tenemos gallinas para poder tener huevos. Ellas nos hacen ese delicioso regalo y nosotros les damos una vida digna y bienestar. El trato parece justo, ¿no? Que cada vez haya más gallinas ecológicas depende de nuestras elecciones en la cesta de la compra.

 

Es fácil de recordar: los códigos de cría van de 0 a 3, y el 0 es el más ecológico, ético y respetuoso.

Tomemos nota y demos un paso adelante en ética y bienestar animal.


Fuente: Ecoagricultor


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