EL DIAGNOSTICO A TRAVÉS DEL IRIS



Con la toma de una fotografía a los ojos, especialistas pueden detectar aquellas disfunciones agudas, crónicas o degenerativas que afectan la salud de una persona.
La iridología es un sistema de diagnóstico que mediante el análisis del iris del ojo es capaz de señalar los desgastes funcionales del cuerpo. Con la técnica el médico iridólogo estudia la pupila y la corona del globo ocular para reconocer su densidad, líneas, manchas, coloraciones anormales y signos orgánicos que afectan la trama del iris.
El iris es la parte pigmentada del globo ocular (la que da el color a los ojos). Está conectada directamente con el encéfalo y por eso, según los especialistas, permite reflejar los trastornos orgánicos.
Con la iridología el médico puede establecer la predisposición a determinadas enfermedades, lo que al interior de esta disciplina se le conoce como Diátesis.

¿Cómo funciona?
Una vez se obtiene la fotografía esta se amplía y luego se sobrepone a una plantilla u holograma que contiene el mapa de las patologías; esto le permite al médico identificar las zonas del iris con mayor refracción de la luz y determinar así qué trastorno puede estar afectando la salud del paciente.
“La técnica puede completar el diagnóstico inicial hecho por el médico luego del examen clínico. Aquellos lugares donde el iris presenta mayor coloración representan las zonas del organismo que requieren tratamiento. El examen permite determinar si es un evento agudo, crónico o de degeneración celular”, explica el doctor Mauricio Palencia, especialista en homeopatía, homotoxicología, medicina ortomolecular e iridología computarizada.



La iridología define cuáles son los grupos de órganos a tratar así:
•Grupo circulatorio: corazón y sistema circulación linfático.
•Grupo digestivo: colón descendente, colón transverso, esófago, estómago, intestino delgado, lengua, boca, mandíbula, mastoides, sigmoides válvulas.
•Grupo eliminativo: ano, recto, bronquiolo, bronquios, cardias, colón descendente, nariz, piel, pulmones inferiores, pulmones superiores, riñón, vejiga.
•Grupo glandular: hipófisis o pituitaria, glándula suprarrenal, timo, médula, glándulas paratiroides y tiroides.
•Grupo linfático: amígdalas, laringe, faringe, bazo, sistema linfático).
•Grupo muscular: reporte de 26 músculos.
•Grupo nervioso: habilidad mental, los cinco sentidos, centro de la palabra, centro del vértigo o equilibrio, sensaciones y locomoción.
•Grupo reproductivo: testículos u ovarios, útero o próstata, vagina o pene.
•Grupo respiratorio: pulmones, nariz, boca.
•Reporte sumario: reporta el estado general de los sistemas circulatorio, digestivo, eliminatorio, glandular, linfático, muscular, nervioso, reproductivo, respiratorio y estructural.

¿Cuándo se utiliza?
Principalmente cuando existe alguna razón por la cual no se puede determinar con claridad la patología del paciente.

¿Qué ventaja tiene?
La principal ventaja radica en realizar un diagnóstico no invasivo, es decir, determinar el mapa energético del cuerpo sin agredir al paciente.

¿Para qué se recomienda?
Aunque valora tres tipos de enfermedades (agudas inflamatorias, crónicas y degenerativas), su mayor aplicación se focaliza en las patologías crónicas como artritis, cáncer e hipertensión.

¿Para quién se recomienda?
Para cualquier persona. Desde el punto de vista práctico se prefiere a aquellos pacientes que puedan fijar la mirada.

¿Con qué periodicidad se practica?
Lo recomendable son dos valoraciones al año. La primera para realizar el diagnóstico y la última para analizar variaciones en la patología.

Fuente: Equilibrium Medicina Natural

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