REPOSA EN EL CORAZÓN
El
sabio, realmente, no parece que quiera cambiar nada.
Se
vuelve tranquilo.
Tiene
paciencia.
Trabaja
sobre sí mismo.
Observa
sus pensamientos y sus acciones.
Se
observa a sí mismo enojarse, se observa a sí mismo deprimirse, se observa a sí
mismo sentir celos y envidia y demás.
Poco
a poco se da cuenta de que "eso no soy yo...
Eso
es la hipnosis, es una mentira".
No
reacciona a su condición.
En
la medida en que no reacciona a su condición,
en
esa medida llega a ser libre.
Ya
no importa lo que alguien más esté haciendo. No se compara con nadie. No
compite con nadie. Simplemente se mira a sí mismo. Se observa a sí mismo. Ve la
confusión mental.
No
corre por ahí gritando: "Yo soy la realidad absoluta. Yo soy Dios. Yo soy
la consciencia". Más bien, ve (comprende) de dónde viene y deja a todos
los demás en paz.
No
hay ninguna diferencia en qué situación difícil se encuentre un ser así.
No
importa, porque tal ser ya es libre.
Cuando
la mente reposa en el corazón,
eso
significa que la mente ya no sale más hacia el exterior para identificarse con
el mundo, cuando la mente reposa en el corazón hay paz, hay armonía, hay puro
ser.
Cuando
permites que tu mente salga fuera de tu Ser (de ti Mismo)
ella comienza a comparar, comienza a juzgar,
comienza a sentirse ofendida, y no hay paz. No hay descanso.
Robert
Adams
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