En pleno siglo
XXI sigue siendo tabú utilizar ciertas palabras:
+ Regla
+ Menstruación
+ Vagina
+ Sangre menstrual
+ Ovarios
Cuando es algo natural.
Da “asco” hablar de sangre menstrual; nos escandalizamos si vemos una mancha de sangre en un pantalón o vestido; nos da vergüenza decir que estamos menstruando...
Seguimos ocultando precisamente aquello que nos distingue, que nos hace mujeres, que nos da el privilegio de traer una vida.
Seguimos viendo anuncios de nubes con olor a algo, con chicas haciendo posturas trapecísticas e imposibles; seguimos sin ver anuncios, programas… donde se le llame a cada cosa por su nombre.
Ser mujer es un privilegio.
Menstruar nos distingue en el ciclo de la vida.
¿Sangrar? Nuestra sangre es sinónimo de vida; es la única sangre pura y preciosa; la única que no es sinónimo de violencia, muerte, asesinatos...al contrario, en nuestra sangre hay células madre, la respuesta para tratar muchas enfermedades.
Muchas religiones siguen considerándonos impuras durante la menstruación; mientras tribus ancestrales como los maoríes, sioux, mapuches... la consideran sagrada.
Los maoríes sostienen que las almas humanas se hacen de sangre menstrual.
En la antigua Grecia la llamaban el vino rojo sobrenatural.
Incluso el Corán dice que Allah hizo al hombre de sangre que fluía.
En Mesopotamia la Diosa Ninhursag creó a la humanidad con sangre menstrual y arcilla y luego enseñó a las mujeres a hacerlo, este hechizo se llamaba: Adamath y se cree que el nombre de Adán proviene de esta raíz.
Posteriormente los intereses patriarcales hicieron que todo esto fuese olvidado.
+ Regla
+ Menstruación
+ Vagina
+ Sangre menstrual
+ Ovarios
Cuando es algo natural.
Da “asco” hablar de sangre menstrual; nos escandalizamos si vemos una mancha de sangre en un pantalón o vestido; nos da vergüenza decir que estamos menstruando...
Seguimos ocultando precisamente aquello que nos distingue, que nos hace mujeres, que nos da el privilegio de traer una vida.
Seguimos viendo anuncios de nubes con olor a algo, con chicas haciendo posturas trapecísticas e imposibles; seguimos sin ver anuncios, programas… donde se le llame a cada cosa por su nombre.
Ser mujer es un privilegio.
Menstruar nos distingue en el ciclo de la vida.
¿Sangrar? Nuestra sangre es sinónimo de vida; es la única sangre pura y preciosa; la única que no es sinónimo de violencia, muerte, asesinatos...al contrario, en nuestra sangre hay células madre, la respuesta para tratar muchas enfermedades.
Muchas religiones siguen considerándonos impuras durante la menstruación; mientras tribus ancestrales como los maoríes, sioux, mapuches... la consideran sagrada.
Los maoríes sostienen que las almas humanas se hacen de sangre menstrual.
En la antigua Grecia la llamaban el vino rojo sobrenatural.
Incluso el Corán dice que Allah hizo al hombre de sangre que fluía.
En Mesopotamia la Diosa Ninhursag creó a la humanidad con sangre menstrual y arcilla y luego enseñó a las mujeres a hacerlo, este hechizo se llamaba: Adamath y se cree que el nombre de Adán proviene de esta raíz.
Posteriormente los intereses patriarcales hicieron que todo esto fuese olvidado.
¿Qué, aún tienes reparos a tu sangre menstrual?
Abrázala y aprende a apreciar lo sagrado de ella. Es más, se
ha demostrado que una vez que la mujer integra e incluso sacraliza su
menstruación esta deja de ser una carga para ella, disminuyendo incluso los
casos SP en personas que lo padecían desde hace muchos años.
Autora: Rosa Francés Cardona (Izha)
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