VIDA ACTIVA - El Camino de Chuang Tzu






Si un experto no tiene algún problema
que lo preocupe, no es feliz!
¡Si los enseñanzas de un filósofo nunca son
atacadas, languidece!
 ¡Si los críticos no tienen en quién verter su despecho,
se sienten infelices!
 Toda esta gente es prisionera del mundo de los objetos.
 El que busca seguidores persigue el poder político.
El que busca reputación tiene un cargo.
El hombre fuerte busca pesos que levantar.
El hombre valiente busca alguna emergencia
en la que poder mostrar su bravura.
El espadachín desea una batalla en la que
pueda blandir su espada.
Los hombres maduros prefieren un retiro digno
en el cual puedan aparentar ser profundos.
 Los hombres experimentados en las leyes buscan casos
 difíciles en los que extender la aplicación de las leyes.
Los litúrgicos y los músicos gustan de festivales
 en los que exhiben sus ceremoniosos talentosos.
 Los benevolentes, los dedicados, siempreandan
a la búsqueda de oportunidades para manifestar su virtud.
¿Donde estaría el jardinero si ya no hubiera hierbajos?
 ¿Qué sería de los negocios si no hubiera un mercado de tontos?
¿Dónde estarían las multitudes si no hubiera pretexto
 para apelotonarse y hacer ruido?
 ¿Qué sería del trabajo si no hubiera objetos superfluos que hacer?
 ¡Producid! ¡Obtened resultados! ¡Ganad dinero!
 ¡Haced amigos!¡Haced cambios! ¡O moriréis de desesperación!
Aquellos que se ven atrapados por la maquinaria del poder no disfrutan más que la actividad y el cambio, ¡el zumbido de la máquina! Siempre que se presenta una ocasión de actuar, se ven compelidos a acerlo; no pueden remediarlo. Se ven movidos inexorablemente, como la máquina de la que forman parte. ¡Prisioneros en el mundo de los objetos, no tienen más elección que someterse a las exigencias de la materia!
 Se ven presionados y aplastados por fuerzas externas, la moda, el mercado, los sucesos, la opinió pública. ¡Jamás, en el transcurso de su vida, consiguen recuperar el sano juicio! ¡La vida activa! ¡Qué lástima! 




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