La quimiosíntesis es un
fenómeno parecido a la fotosíntesis pero en el mar que ayuda a convertir los
minerales inorgánicos en nutrientes biodisponibles.
Muchos elementos son
aportados al mar por las lluvias que arrastran los minerales de las rocas de
las montañas, de los metales y oligoelementos de la superficie de la tierra y
subterránea, así como las sustancias vivas y muertas procedente del reino
vegetal y animal.
Esos productos químicos
son arrastrados por los ríos hasta el mar, y al entrar en contacto con ella,
son digeridos y transformados en elementos orgánicos por acción del plancton y
del fitoplancton, en una solución coloidal e infinitesimal, biodisponibles en
el momento, debido al efecto de la quimiosíntesis equivalente a la fotosíntesis
en la tierra.
No es lo mismo tomar un
mineral en su estado inorgánico o químico de la tierra, que cuando ese mineral
ha sido digerido por un animal.
Asimismo, el agua del
mar contiene los elementos procedentes de las montañas y volcanes marinos, de
los corales, de las algas y de los fósiles de marinos muertos.
La totalidad de estos
111 elementos descubiertos hasta ahora, son identificados como necesarios para
la vida, y para el buen funcionamiento y mantenimiento de la misma.
Por último existe otra
conexión o presencia de los minerales marinos del mar con nuestro medio
interno.
Cuando se habla de
sales, no se está hablando de sal de mesa o de cocina, sino a todos los
elementos contenidos en la tabla periódica de Mendelyev.
Cuando apareció la vida
en el mar, hace cientos de millones de años, la concentración de estas sales
minerales era del 9%º, o sea, de 9 gramos de sales minerales por litro de agua,
justamente la misma concentración de sales que actualmente tenemos en nuestro
medio interno, 9 gramos por litro de sangre, así como en todos los animales y
plantas.
Esta similitud sugiere
que a pesar de la evolución, (de los cientos de millones de años que han
transcurrido) los seres humanos conservamos una memoria acuática de los
orígenes. Es como una carta de identidad biológica que nos recuerda en cada
momento nuestro origen marino.
CLAUDE BERNARD, RENE
QUINTON Y NUESTRO ACUARIO MARINO
Claude Bernard, fue el
padre de la fisiología, y nos dejó descubierto que 2/3 partes de nuestro
organismo es agua (lo mismo que tiene nuestro Planeta), y que nuestras células
continúan viviendo en las condiciones originales, es decir acuáticas, gracias a
un auténtico medio líquido interior. Así pues, el agua es la condición primera
e indispensable para toda manifestación vital.
René Quinton coincide
con Claude Bernard en que la célula tiende a vivir en un medio líquido, que
permanece en las condiciones originales como si estuviera en un acuario o
pecera, pero lo complementa descubriendo que ese líquido interior es agua de
mar isotónica, a la concentración salina del 9%º, con las mismas composiciones químicas
del agua del mar.
Esta agua se distribuye
irregularmente en nuestro cuerpo de la siguiente manera.
El embrión de dos meses
cuando está en el útero de la madre, (como si estuviera en una pecera) bañado
en el líquido amniótico, que no es otra cosa que agua de mar isotónica, está
compuesto por el 94% de agua de mar.
Cuando nace es un 80%.
Y cuando se va haciendo
adulto está entre un 60 o 65% de agua de mar.
Es decir, nuestras
células se van secando, nos vamos deshidratando, nos vamos arrugando y envejeciendo,
la sensación de sed desaparece con la edad, por eso es que todos los médicos
coinciden en que debemos beber mucha agua, pero agua viva, no agua clorada,
pues el cloro mata los gérmenes nocivos, (las autoridades sanitarias se ven
obligadas a ello porque los ríos y pantanos están contaminados) pero también
mata la vida de esa agua. Por consiguiente, beber agua de manantial y
alternando con dos o tres vasos de mesa de agua de mar isotónica al día es lo
ideal para nuestro organismo.
Agua de mar isotónica o
plasma marino, son dos partes de agua de mar hipertónica y cinco partes de agua
de manantial, de esta forma se consigue rebajar la concentración salinas de los
mares que actualmente están a 35 gramos de sales minerales por litro de agua,
hasta llegar a 9 gramos de sales que es el contenido que tenemos en nuestra
sangre. Este plasma marino de Quinton es igual al plasma sanguíneo de nuestro
organismo.
Buena cantidad de esas
2/3 partes de agua circulan por el nuestro en forma de sangre, linfa y jugos digestivos,
y sirve de soporte a los residuos que van a ser expulsados por los cuatro
grandes sistemas de eliminación del organismo (piel, intestinos, aparato
respiratorio, y sistema urogenital), básicamente en forma de sudor, heces,
vapor de agua y orina para conseguir una buena depuración o limpieza del
líquido en contacto con las células de nuestro cuerpo. El líquido extracelular.
Fco. García-Donas
Dispensario Marino
Ciudad-Real
Fuente: Agua de Mar
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