En el año 1975, el
doctor en física teórica e investigador austríaco Fritjof Capra escribió el
libro “El Tao de la Física”, una obra que ha llegado a ser un bestseller y se
ha vuelto a editar varias veces.
Capra estaba muy
interesado en las filosofías orientales como el Budismo, el Hinduismo o el
Taoísmo. En ellas encontró paralelismos con conceptos correspondientes a la
Física Cuántica. Esta física estudia el mundo de las partículas subatómicas y
sus interrelaciones, presentando un desafío moderno hacia las leyes de la
física clásica de Newton, las que rigen a nuestra escala pero que a escala
subatómica desaparecen.
La materia llega a ser
interacciones energéticas en su nivel más pequeño, todo lo que parece sólido es
en realidad algo cambiante, partículas en interacción con fuerzas que las hacen
interaccionar. Ese mundo cambiante y diminuto es investigado por el ser humano
pero se ha encontrado que por el simple hecho de medir, de estar presente, el
observador influye en la observación. No hay separación en la Naturaleza aunque
se investigue en partes, hay una interconexión que teorías como “Tira de bota”
(Bootstrap Theory) de Geoffrey Chew tratan de explicar con un modelo global,
como una matriz de sucesos interrelacionados.
Ciencia y
Espiritualidad pueden converger en un camino común que es el estudio de la
Naturaleza, la comprensión de la Vida y de nosotros mismos.
Fuente: Caminos de Consciencia
Para quienes quieran
leer el libro, lo publique. Buscar en la pestaña o grupo de Libros
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