No
sabemos lo que es Netflix, no tenemos tampoco la suscripción de Telefónica,
pero por nada del mundo nos perderíamos un capítulo de esta larga, infinita
serie. No sólo estamos suscritos, en realidad nos desvivimos por ese juego. Nos
apasiona el Juego de Tronos. Tenemos en él invertido todo nuestro tiempo,
energía y ser. Nos aplicamos una y otra vez en él, nos ensayamos cada día, por
más que aún somos meros principiantes.
Queremos
meritar esos Tronos, conocemos sus desafíos, sus pruebas siempre más allá de lo
que imagináramos. Su gloria sin embargo aún no nos pertenece. Estamos aún
lejos, mas no nos rendiremos jamás. Los capítulos nunca se acaban. El Dios todo
Amor, nos dará infinitas posibilidades de vivir ese Juego. Aspiramos a esos
Tronos. Una y otra vez participaremos, lo intentaremos.
Un
día los visualizaremos envueltos en clara luz. Esos Tronos no son de este
mundo. No los podemos siquiera imaginar, pues no los conocen los ojos de la
carne. Se sitúan entre espesas nieblas. Aún no sabemos en qué anhelado amanecer
nos llegaremos por fin a ellos. No hay otro atajo que dejarnos la piel, avanzar
poco a poco, cueste lo que cueste, pues ello es lo que colma de razón nuestros
días. Son, han sido y serán los Tronos que sólo se alcanzan tras repetidas
vidas de adnegación, entrega a los demás y olvido de nosotros mismos.
No
sabemos cuántas vidas nos faltan, cuántas veces tomaremos carne en pos de esos
Tronos, cuánto sudor regaremos en el intento, pero seguiremos jugando,
seguiremos suscritos a esta serie sin par. Son y reinan esos Tronos a los que
con toda nuestra alma aspiramos. Hacia ellos iremos con toda la fuerza y la
voluntad que el Cielo nos otorgue en el intento.
¡Vamos
juntos mano con mano, corazón
con corazón compañero, compañera!
Koldo
Aldai
Fuente:
Claraluz
GRACIAS HERMANA DE LUZ POR TUS VALIOSOS MENSAJES. BENDICIONES.
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