“MOMENTO DE CAMBIO: EL TEST O PRUEBA” (3ª de 5)




Se cumplen ya las condiciones para que pueda darse nuestro despertar, y hay una razón que justifica que se dé ahora: en un plazo de tiempo no muy extenso va a producirse un acontecimiento que afectará a toda la humanidad y exigirá una reacción de cada uno de nosotros. En ese momento ya habrá despertado parte de nuestro potencial y seremos conscientes de él. Desde ese nuevo y más elevado nivel de conciencia daremos una respuesta a esa emergencia. Detallo un poco más cómo será este imprevisto:

I.- Será un hecho de alcance planetario, es decir, que afectará en mayor o menor medida a todo el colectivo humano.

II.- No se tratará de un incidente violento, aunque sí impactante, y requerirá de una respuesta de cada uno de nosotros, sin que sea posible evadirse y dejar de afrontarlo.

III.-  Antes de que se produzca despertarán nuestras cualidades latentes, y así podremos responder a ese suceso estando mucho mejor preparados. El despertar no será uniforme en todos los seres humanos, pues tampoco lo es el potencial que albergamos en nuestro interior. En algunas personas, por el tipo de tarea que tienen que realizar o por su grado de iniciación, despertará todo su potencial, mientras que en otras se hará consciente solo una parte de él, la necesaria para afrontar el test. El resto de cualidades se irá activando posteriormente.

IV.-  Como consecuencia de la respuesta que cada uno de nosotros demos a esa situación, la humanidad se irá distribuyendo en grupos. De modo natural (según su sentir interno y no mediante un razonamiento mental), cada persona se ubicará en uno de estos grupos:


1º Un primer grupo estará formado por aquellos que sientan el compromiso de colaborar en la formación de una Nueva Sociedad.

2º En otro grupo se situarán las personas que defiendan un tipo de sociedad con una escala de valores igual o similar a la que tiene la sociedad actual.

3º El tercer grupo acogerá o los indecisos, es decir, a las personas que por diversos motivos no tengan claro donde situarse. Al comienzo del proceso será el grupo más numeroso, aunque pronto irá disminuyendo en número de integrantes hasta desaparecer.

Durante un cierto tiempo habrá un trasvase de personas entre los distintos grupos, muy especialmente de miembros del grupo tercero a los otros dos. Llegará un momento en que la humanidad quede fragmentada en dos únicos grupos: el de aquellos que se implican en el cambio y el de los que se oponen.
El grupo primero es la clave para que el proceso de creación de la Nueva Sociedad se dé con la mayor armonía posible, de modo que en el plazo de tiempo más corto viable esté ya organizada y funcionando a un nivel aceptable. En el supuesto de que este primer grupo esté integrado por un número “cualificado” de personas, se podrá lograr que la vida siga con una cierta normalidad en tanto se va creando el nuevo modo de convivencia.

Estoy hablando de una prueba singular en nuestro proceso evolutivo. Esta información que yo comparto aquí está igualmente siendo difundida en otros lugares de la Tierra, aunque aún no de modo masivo. En su momento lo será.

Esta prueba, test, examen o como queramos llamarlo, es una oportunidad maravillosa que nos va a permitir a una parte de la humanidad crear un nuevo modo de vida, una sociedad diferente y mejor. A ella se irán incorporando el resto de personas conforme finalicen su experimentación con la materia.

Nadie que lea este artículo ha de quedarse con la duda de que él, tal como ahora se reconoce, va a quedar fuera del grupo primero porque piensa que no está preparado para colaborar en la creación de la Nueva Sociedad. Lo que una persona cree ser en este momento en nada se parece a lo que, tras el despertar de sus cualidades, va a sentir que realmente es.

Todo este proceso obedece a un fin. El ser humano no se encuentra en la Tierra para servir a su cuerpo físico proporcionándole placer, ni tampoco está aquí para acumular riquezas, poder o reconocimiento, y, menos aún, para dañar a sus hermanos. Hemos venido a desarrollar el amor que en esencia somos: en primer lugar amor a nosotros mismos, respetándonos, conociéndonos, esforzándonos en darnos lo mejor y, al tiempo, el amor al resto de las personas y a toda la vida que comparte el planeta con nosotros.


Al hacerlo así sembramos la semilla sagrada de la que brota un fruto igualmente sagrado: el amor al Creador, Dios, nuestro Padre.

Juanjo
Fuente: Portal de Conciencia


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