Honremos a nuestras ancestras (aunque no sea académicamente
correcta la denominación), a las que nos dieron la vida, las que nos amaron,
nos dieron alas, nos educaron, nos abrazaron, acogieron en sus entrañas...
Honremos también a las que no nos desearon, nos negaron, nos cortaron las alas,
nos despreciaron, no supieron amarnos...tal vez debamos honrarlas incluso más,
honremos a esas que no deseamos nombrar, por su camino llegamos nosotras a
este.
Estancar las memorias de dolor no nos beneficia y esto es lo
que logramos al presentar reticencias a honrarlas.
Estamos unidas a través de lazos energéticos y pretender
romperlos en caso de familiares no sería lo correcto, la mejor opción posible es
sanear estos lazos a través del perdón y la aceptación.
Sería hermoso lograrlo, si conservas una foto, una prenda,
algo de esta persona en la que sientes que no vibras/rechinas, cógela y prepara
este sencillo trabajo.
Prepara un altar con incienso (el que más te guste) una vela
morada (transmutar).
Siéntate en tu postura habitual de meditación.
Siéntate en tu postura habitual de meditación.
Haz varías respiraciones conscientes y serenas.
Serena poco a poco tu mente.
Al inspirar recoge la energía celeste y terrestre y dirígela hacia
el corazón.
Imagina como este se llena de energía sanadora y amorosa.
Expándela a todo tu cuerpo, hasta que esté llena de luz.
Expándela a todo tu cuerpo, hasta que esté llena de luz.
Imagina esa luz de amor y sanación como atraviesa tus órganos,
tu piel y sale llegando hasta tu aura.
Una vez el aura esté luminosa, toma contacto con la persona,
si tienes algo de ella tómalo o tócalo con tus manos.
Imagínala como el ser de luz que en verdad es, sin juzgar, ni
poner trabas, cada vivencia forma parte de su evolución y no es para nada, nada
personal.
Perdona sus acciones, perdona tu visión y tus sentimientos
hacia ella.
Visualiza la conexión que existe entre ambas.
Visualiza el lazo energético* que os une y envía amor, perdón
y sanción hacia el.
Es posible que se deba de repetir esta meditación varías
veces, hasta que sintamos que la sanción ha llegado; que podemos hablar del
tema sin que nos oprima el pecho, sin sentir miedo/rabia/dolor; y sobre todo
sabremos que es efectiva cuando podamos nombrar a la persona con amor.
*El lazo energético de unión es posible que las primeras veces
se visualice feo, roto, deformado o casi inexistente; es algo normal, conforme
se repita la meditación este lazo irá cambiando de aspecto.
AUTORA: Rosa Francés Cardona (Izha)
Memoria mujeres, no olvidemos las raices. Unidas honremos a las ancestras!!! Gracias Rosita!!! Abrazos!!
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