Está
relacionada con el cromosoma 3 y el volumen del núcleo estriado del cerebro
La capacidad
de leer la mente es genética y privilegia a las mujeres, ha descubierto un
estudio. La posibilidad de descubrir pensamientos y emociones de otra persona a
través de sus ojos está relacionada con una variación genética asociada al
cromosoma 3 y al volumen del núcleo estriado, una zona del cerebro que está más
desarrollada en las personas con empatía cognitiva.
Nuestro ADN
influye en nuestra capacidad de leer los pensamientos y emociones de una
persona al mirarla a los ojos, sugiere un nuevo estudio publicado en la revista
Molecular Psychiatry. Se trata del primer estudio que relaciona el rendimiento
en la prueba ocular con una variación en el genoma humano, según informa al
respecto la Universidad de Cambridge en un comunicado.
Hace veinte
años, un equipo de científicos de esta universidad desarrolló una prueba de
"empatía cognitiva", llamada "Lectura de la mente a través de
los ojos". Reveló que la gente puede interpretar rápidamente lo que otra
persona está pensando o sintiendo al mirarla a sus ojos. También demostró que
algunos de nosotros somos mejores en esto que otros, y que las mujeres superan
mejor esta prueba que los hombres.
Ahora, el
mismo equipo, trabajando con la compañía de genética 23andMe junto con
científicos de Francia, Australia y los Países Bajos, volvió a realizar un
estudio para testar de nuevo esta prueba de empatía cognitiva, pero ahora con
89.000 personas de todo el mundo.
La mayoría
de ellas eran clientes de 23andMe que consintieron en participar en la
investigación. Los resultados confirmaron que, de media, las mujeres obtienen
mejores resultados en esta prueba.
Cromosoma 3
Más
importante aún, el estudio confirmó que nuestros genes influyen en el
rendimiento en la prueba de adivinar el pensamiento o sentimiento de otros
mirándola a los ojos, ya que en el caso de las mujeres esta capacidad está
relacionada con los genes del cromosoma 3. Este cromosoma es uno de los 23
pares de cromosomas del cariotipo humano.
La población
posee, en condiciones normales, dos copias de este cromosoma, uno heredado de
la madre y uno del padre durante la reproducción sexual. Posee 200 millones de
pares de bases y representa aproximadamente el 6,5% del ADN.
En el caso
de los hombres, sin embargo, la capacidad de leer emociones y pensamientos a
través de los ojos de otra persona no está asociada con el cromosoma 3,
constató esta investigación.
Otra
aportación de este estudio es que descubrió
el mismo patrón genético en las mujeres de otra encuesta de casi 1.500
personas que formaban parte del Brisbane Longitudinal Twin Study, sugiriendo
que la relación genética en las mujeres capaces de leer los sentimientos y
pensamientos a través de los ojos es un
resultado concluyente.
Núcleo
estriado del cerebro
Los
investigadores señalan al respecto que esta relación genética puede estar
relacionada con el hecho de que el cromosoma 3 incluye una proteína (LRRN1) muy
activa en el núcleo estriado, la zona del cerebro humano que juega un
importante papel en la empatía cognitiva. El núcleo estriado además aumenta de
volumen en las personas que tienen una mayor capacidad para leer la mente de
los demás a través de los ojos.
En
consecuencia, concluyen los investigadores, estas variantes genéticas que
diferencian a los hombres de las mujeres influyen en la empatía cognitiva, que
se manifiesta con distinta capacidad según el género.
Otras
investigaciones realizadas con anterioridad ya habían descubierto que las personas con autismo y anorexia
tienen menos capacidad para leer la mente a través de la mirada.
Al respecto,
este equipo descubrió que las variantes genéticas que contribuyen a ostentar
una mayor capacidad en la lectura de la mente también aumentan el riesgo de
anorexia, pero no de autismo. Consideran que esto puede deberse a que el autismo implica comportamientos sociales y
no sociales, y que esta prueba sólo mide un rasgo social.
El profesor
Simon Baron-Cohen, del Centro de Investigación del Autismo de Cambridge y autor
de la investigación, señala que su equipo pretende confirmar si estos
resultados se replican en otros casos, y determinar exactamente “lo que estas
variantes genéticas hacen en el cerebro, para dar lugar a las diferencias
individuales en la empatía cognitiva. Un paso más en la comprensión de tal
variación en la población".
Fuente:
Tendencias 21
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