LIBRO DEL TAO - XXXV LA VIRTUD DEL BENEVOLENTE


XXXV La virtud benevolente.

El que lleva en sí la Gran Forma, hallará la plenitud.
Y vivirá en paz, sin sufrir daño, en armonía.
El huésped de paso se detiene cuando alguien le ofrece música y manjares, pero
el Tao es tan puro que parece insípido por su falta de sabor.
Si se lo contempla, no se lo ve.
Si se lo escucha, no se lo oye.
Pero nunca se agota si bebemos de él.


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