Alfalfa, Medicago sativa, una planta
herbácea perenne con pequeñas flores púrpura que crecen en racimo. Su uso
tradicional ha sido tanto medicinal como alimentario. Con fines medicinales se
utiliza todas las partes de esta planta: raíces, tallo, hojas, flores y
semillas.
Es una de las plantas comestibles más
nutritiva y en la cocina podemos consumirla en brotes de alfalfa o germinados
de alfalfa, las semillas y también sus hojas.
Vamos a conocer cuál es el valor
nutricional de la alfalfa, las propiedades, beneficios y usos medicinales de la
alfalfa, cómo tomar la alfalfa y las contraindicaciones de la alfalfa.
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¿Cuál es el valor nutricional de la
alfalfa?
La alfalfa pertenece a la familia
botánica Fabaceae o leguminosas (como las lentejas, los guisantes o arvejas,
los garbanzos…) y por eso no es de extrañar que su valor nutricional sea tan
beneficioso para nuestra salud igual que el de el resto de las legumbres.
Aunque la alfalfa también se puede consumir como una planta medicinal, es
decir, en infusiones.
Esta planta es muy nutritiva y su
aporte en micronutrientes altamente destacable. Contiene vitaminas del grupo B,
A, C y E, y minerales como el calcio, cobre, cromo, hierro, magnesio, selenio y
zinc. Además posee gran contenido en proteína vegetal.
Además los principios activos de la
alfalfa son muy interesantes, ya que nos aporta flavonoides, fitoestrógenos
(isoflavonas y lignanos), fitoesteroles, saponinas, tirotropina, cumarinas y
enzimas digestivas.
Y no sólo es destacable su valor
nutricional. La alfalfa es una planta muy bien valorada desde la antigüedad
también por los beneficios de su acción medicinal:
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Antipirética
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Antiinflamatoria
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Cardiotónica
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Antibacteriana
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Emética
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Antipirética
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Inmunoestimulante
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Antirreumática
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Estomacal
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Antidiabética / Hipoglucemiante
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Antiviral
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Diurética
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Antioxidante
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Antiespasmódica
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Anticancerígena
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Fungicida
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Antihemorrágica
Propiedades, beneficios y usos
medicinales de la alfalfa
Alfalfa para la anemia. Debido al
contenido en vitamina C y en hierro la alfalfa puede ser un alimento muy
interesante para incluir en la dieta de aquéllas personas que quieren prevenir
y/o combatir la anemia ferropénica. Se puede consumir tanto fresca o cocinada
en recetas de cocina como en infusión para aprovechar sus propiedades.
Alfalfa para malas digestiones. Si
sueles tener digestiones pesadas y lentas, tomar una infusión de alfalfa
después de la comida puede ayudarte a mejorar los procesos digestivos, mejorar
la absorción de nutrientes y combatir la indigestión y la inflamación
abdominal.
Alfalfa para artritis y artrosis. En
el caso de estas dolencias, la alfalfa se suele aplicar de manera externa y
local sobre la zona afectada que queremos tratar. Los emplastos de alfalfa
pueden reducir la inflamación y mejorar la movilidad de la artritis y artrosis.
Alfalfa para la tiroides. La
tirotropina (TSH) que contiene la alfalfa es un análogo de la hormona con el
mismo nombre que es estimulante de la glándula tiroides. Consulta siempre con
tu endocrina/o sobre el consumo de alfalfa si tienes hipo o hipertiroidismo o
sospechas que puedes tenerlo.
Alfalfa para la piel. La alfalfa
puede tener un efecto muy beneficioso sobre la piel debido principalmente a su
contenido en cumarinas y se ha utilizado con éxito en casos de dermatitis,
psoriasis, eccemas, acné y heridas.
Alfalfa para el cansancio y la
fatiga. Esta planta es nuestra aliada para recuperarnos de estados en los que
estamos especialmente cansados o fatigados físicamente o nos estamos
recuperando de una operación o estado convaleciente. Es una planta que nos da
vitalidad.
Alfalfa para el sistema inmunológico.
Los brotes de alfalfa son especialmente beneficiosos para estimular el
funcionamiento de nuestro sistema inmunológico mejorando la reacción ante
patógenos como virus y bacterias. Pero además los brotes de alfalfacontienen
glucosinolatos, unos compuestos con acción anticancerígena.
Alfalfa para retención de líquidos.
Otro efecto de la alfalfa sobre el organismo es que estimula la eliminación de
líquidos, algo muy beneficioso para las personas que sufren de edema y de
retención de líquidos.
Alfalfa para la fiebre. Uno de los
remedios naturales para la fiebre puede ser la alfalfa. Se prepara en infusión
y se toma poco a pco cuando se ha enfriado a temperatura ambiente. La alfalfa
se utiliza para bajar la fiebre por su acción antipirética.
Alfalfa y enfermedades
cardiovasculares. Los fitoestrógenos tiene un efecto protector ante
enfermedades cardiovasculares. Incorporar alfalfa de manera regular puede
contribuir a prevenir este tipo de enfermedades que son tan comunes hoy en día
y que están entre las principales causas de mortalidad.
Alfalfa para menopausia. Los
fitoestrógenos de esta planta pueden ser muy útiles para mitigar los síntomas
de la menopausia debido a que eleva los niveles de estrógeno (hormona femenina)
en el organismo.
Alfalfa para dolores menstruales.
para los casos de dismenorrea o reglas dolorosas se puede usar la alfalfa unos
días antes y así reducir el dolor durante la regla.
Alfalfa para el aparato urinario.
Puede ser un remedio natural para los casos de infecciones urinarias como
cistitis y puede ayudar a prevenir o mejorar los casos de piedras y arenillas
en el riñón.
Cómo tomar la alfalfa
Hay diferentes formas en las que
podemos utilizar la alfalfa:
Germinar alfalfa. Una de las maneras
más comunes de tomar la alfalfa es germinándola. Puedes ver el proceso de
germinación aquí. Los brotes se consumen siempre frescos, no se cocinan.
Las hojas de la alfalfa las podemos
consumir en recetas de cocina como otras verduras de hoja verde, es decir,
rehogadas, en sopas, purés, guisos, etc. igual que como cocinarías, por
ejemplo, la espinaca o acelga.
También podemos elaborar infusión de
alfalfa con sus hojas: añade una cucharadita de hojas de alfalfa cortadas y
echa 200 ml de agua muy caliente. Tapa y deja reposar durante 5 minutos.
Después colamos y bebemos poco a poco según se va enfriando.
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Contraindicaciones de la alfalfa
Los brotes o germinados de alfalfa
están contraindicados durante el embarazo y lactancia, igual que los brotes y
germinados de cualquier otra planta.
Las semillas de la alfalfa contienen
alcaloides y se debe tomar bajo supervisión de un especialista.
La alfalfa es incompatible con
medicamentos con acción anticoagulante.
No se debe consumir en caso de
trastornos autoinmunes.
Está desaconsejada en personas con
gota o ácido úrico alto por su contenido en purinas.
Como cualquier otra planta medicinal,
no debe consumirse durante más de dos semanas seguidas.
Esta es información general, si
deseas usar la alfalfa con fines medicinales ponte en manos de un profesional
que pueda indicarte unas pautas basándose en tus necesidades particulares.
Fuente: Ecoagricultor
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