RECETA DE JABÓN CASERO DE AVENA Y MIEL

 


¿Te gustaría saber cómo preparar en casa un jabón natural que mime las pieles más delicadas?

 

En este paso a paso de cómo hacer jabón casero te doy la receta ideal para elaborar un jabón artesanal capaz de cuidar las pieles más sensibles.

 

Verás que la elaboración es sencilla, pero igualmente es importante tener en cuenta algunas cuestiones básicas de seguridad para evitar percances.

 

Hacer Jabón Casero

Cada vez más personas se interesan por elaborar sus propios cosméticos en casa porque prefieren productos naturales, libres de ingredientes que puedan ser dañinos.

 

Muchas de vosotras ya sabréis que en la sección del Blog de Remedios Caseros tienes multitud de recetas para preparar diversos productos naturales. Además, puede serte útil conocer en profundidad sobre los famososo Parabenos y también sobre los Ingredientes tóxicos que debes evitar en los productos cosméticos.

 

Si lo tuyo son los cosméticos naturales, seguro que disfrutarás preparando tu propio jabón casero. Lo usamos varias veces al día (para la ducha, las manos y la cara) y merece la pena que utilicemos uno hecho con ingredientes de buena calidad y libre de químicos sintéticos. Nuestra piel y nuestra salud general nos lo agradecerán.

 

¿Por qué hacer jabón de Avena y Miel?

Este jabón incluye en su composición aceite de oliva, el aceite de coco y aceite de ricino, todos ellos cuidan, hidratan, nutren y protegen la piel. Estos tres aceites, junto con el aceite de argán, son los que más uso a la hora de preparar jabón en casa.

 

Pero además, como he querido que sea un jabón para pieles sensibles, he incluido en su formulación la avena y la miel. Dos ingredientes con propiedades excepcionales para este tipo de pieles.

 

La avena cuenta con efecto calmante, alivia la piel irritada y con picor, limpia los poros, hidrata y nutre. Lee más sobre las Propiedades de la Avena.

La miel también tiene acción calmante sobre la piel. Y se suma su poder antiinflamatorio, cicatrizante y revitalizante. Impulsa la renovación de la piel dañada. Descubre otros Beneficios de la Miel.

Este jabón es la opción más natural y respetuosa para la piel delicada.

 

¿Vemos cómo hacer el jabón de avena y miel?

 

Receta de Jabón de Avena y Miel (proceso en frío)

Necesitas:

230 ml de aceite de oliva

90 ml de aceite de coco

25 ml de aceite de ricino

113 ml de agua de avena (más abajo verás cómo prepararla)

47 gramos de sosa (hidróxido de sodio)

75 gramos de copos de avena

20 gramos de miel

*Usa utensilios y recipientes de madera, plástico duro o de cristal.

 

*Ponte guantes, gafas, delantal y mascarilla. Es recomendable estar en un lugar tranquilo, sin niños ni animales alrededor, para evitar accidentes.

 

*Para que el jabón salga bien, es importante pesar y usar las cantidades exactas que especifico para cada ingrediente.

 

Elaboración:

Paso 1

Primero preparamos la noche antes o el día antes el agua de avena:

 

Ponemos a calentar unos 200 ml de agua. Cuando rompa a hervir, añade 60 gramos de la avena, tapa y deja cocinar por 5 minutos. Después, apaga el fuego y deja reposar 10 minutos. Filtra (exprime bien la avena para que saque todo su jugo) y pesa la cantidad necesaria para la receta (113 ml), y rellena con ella un cubitero de hielo para congelarla, durante, al menos, 6 horas antes de preparar el jabón.

 

El resto del agua de avena que te sobre la puedes congelar también, beberla tal cual, tomarla con café, con cacao o con té, usarla en recetas de cocina como batidos y helados o incluso utilizarla en la ducha y para aplicar como mascarilla y limpiador en el rostro. ¡Qué de opciones, verdad!

 

Recuerda que para hacer el jabón es importante que nos pongamos en una zona que esté bien aireada. Si podemos estar en el exterior en una terraza, jardín, etc. mejor. Y debemos llevar puestos los guantes, la mascarilla y las gafas.

 

Paso 2

En este paso, debes ponerte los guantes, gafas, mascarilla y delantal.

 

En un recipiente, pesa la sosa y en otro (que sea de cristal, de madera o de plástico duro) pon los cubitos de agua de avena congelada. Con cuidado, vierte la sosa sobre los cubitos de agua de avena poco a poco. Es importante que sea la sosa la que eches en el agua de avena y no al revés, el agua sobre la sosa.

 

Remueve bien. Notarás que los cubitos se van desaciendo al subir la temperatura. Este es el paso más delicado porque salen algunos vapores. Además, mientras mueves la mezcla debes tener cuidado de no salpicarte para no quemarte.

 

Cuando veas que la sosa está totalmente disuelta, reservamos y pasamos al siguiente paso.

 

Paso 3

En un recipiente de madera, cristal o de plástico duro, echamos los aceites de oliva, el de ricino y solo 45 gramos del aceite de coco (el resto lo usaremos en la traza, más adelante).No te preocupes, no hace falta que el aceite de coco esté líquido, si está sólido se derretirá enseguida.

 

Y cuando la temperatura de la mezcla que preparamos anteriormente con la sosa haya bajado y esté templada (a unos 35/40 ºC), la vertemos en el recipiente en el que tenemos los aceites.

 

Paso 4

Usa una batidora de mano o de inmersión para mezclar todos los ingredientes. Necesitarás unos 10 minutos más o menos para conseguir que tome una textura de natilla. Es entonces, cuando alcanza la traza, cuando añadimos el resto del aceite de coco (45 ml) y la miel y removemos dos minutos más con la batidora, para que se integre en la mezcla completamente.

 

Seguidamente añadimos el resto de copos de avena que nos quedaban (15 gramos) y esta vez removemos con una espátula o cuchara, para que no se corten los copos al batirlos.

 

Paso 5

Rellena el molde, después sujétalo con las dos manos y da un par de golpes secos con el molde sobre la mesa para sacar las burbujas de aire que puedan quedar y lo cubres con film transparente.

 

Deja reposar el jabón así entre 24 y 48 horas, en un lugar ventilado y fuera de la luz directa del sol.

 

Paso 6

Una vez transcurrido el tiempo indicado, desmolda con cuidado y corta los jabones. Para que todos sean más o menos del mismo tamaño, pudes usar la medida de tu dedo gordo para el grosor de los jabones. Verás que su textura es aun blandita.

 

Si quieres hacer alguna marca en los jabones (con un sello o con un palillo), el momento de hacerlo es ahora.

 

Paso 7

Cuando tienes los jabones cortados, los dejas «curar» en un lugar apartado de la luz directa del sol y que esté bien aireado. Dales la vuelta cada día.

 

Antes de usarlos, debes dejar que los jabones se curen así durante 4 a 5 semanas, que es el tiempo en el que todavía se está produciendo la saponificación.

 

jabon casero avena niel

Utiliza este jabón de avena y miel para el cuerpo, las manos y el rostro.

 

Dudas Frecuentes sobre el Jabón Casero

¿La sosa puede ser dañina?

Sí, la sosa una vez que está mezclada con un líquido, como el agua de avena en este caso, es muy dañina si nos cae sobre la piel, ojos, etc. Además, debido a que la mezcla alcanza temperaturas altas, salen vapores que debemos evitar respirar.

 

Por eso hago hincapié en hacer el jabón en un lugar bien aireado (preferiblemente en exteriores), usar gafas, guantes y mascarilla.

 

¿Los jabones hechos con sosa pueden perjudicar la piel?

No. La sosa desaparece principalmente en el momento de la elaboración del jabón y también durante el proceso de saponificación que se produce durante las siguientes semanas. Por eso es importante que se deje curar (reposar) el jabón durante un periodo de 4 a 5 semanas antes de usarlo.

 

No solo no perjudica la piel sino que además el jabón hecho con sosa puede ser de gran ayuda para cuidarla, como por ejemplo este jabón de avena y miel.

 

¿Qué es el proceso de saponificación?

Es la reacción química que se produce cuando mezclamos la sosa con los aceites. Estos dos ingredientes se transforman dando dos productos: el propio jabón en sí y en la glicerina.

 

¿Son mejores los jabones de glicerina que los de sosa?

No, no son mejores para nuestra piel. En el mejor de los casos, la glicerina que se puede conseguir para hacer jabones de glicerina se ha obtenido del propio jabón tradicional (el elaborado con sosa), que se produce durante la saponificación del jabón.

 

Pero en la mayoría de los casos, la glicerina es un producto elaborado con químicos sintéticos que dista mucho de ser natural.

 

¿Cuánto tiempo dura un jabón natural?

Yo recomendaría usar el jabón en un máximo de un año tras su elaboración.

 

¿Puedo hacer un jabón con los aceites que yo quiera?

Puedes formular tus propios jabones caseros con los aceites que más te gusten y que mejor vayan con tu tipo de piel y tus necesidades.

 

En la Calculadora de Mendrulandia puedes introducir las cantidades de los jabones que quieres usar y puedes ir comprobando si cumple con los parámetros para obtener un buen jabón (espuma, limpieza, etc.).

 

Fuente: Ecoagricultor



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