La proteína es un
macronutriente fundamental para mantener nuestra salud. Debido a su
heterogeneidad estructural asume funciones muy variadas como la enzimática, la
hormonal, la de transporte, la de defensa, entre otras.
La
proteína está compuesta por aminoácidos. Necesitamos concretamente 20
aminoácidos distintos para mantener nuestras estructuras (músculos, órganos,
tendones, pelo, etc.). De estos 20 aminoácidos, nuestro cuerpo puede
sintetizarlos todos menos 9, conocidos como los aminoácidos esenciales y que
deberemos obtener a partir de la alimentación.
Proteína vegetal y
proteína animal
Cuando hablamos de
fuentes de proteína animal generalmente nos referimos a fuentes de proteína
completa (porque contienen todos los aminoácidos esenciales) y de mayor valor
biológico. Mientras que cuando hablamos de proteína vegetal normalmente lo
asociamos a proteína incompleta (porque les falta alguno de aminoácidos
esenciales o se encuentra en menor proporción de la necesaria) y menor valor
biológico.
A pesar de que las
proteínas de origen vegetal presenten estos inconvenientes, si se lleva una
alimentación correcta, llegar a las cantidades diarias necesarias de proteína
no tiene porqué suponer un problema. Lo importante es tomar una gran variedad
de alimentos vegetales ricos en proteínas a lo largo del día, y existen muchas
opciones para conseguirlo.
Dentro de las proteínas
de origen vegetal encontramos: legumbres, tofu, tempeh, quinoa, frutos secos o
semillas, entre otras.
Algo que sucede con las
proteínas de origen vegetal es que además de carecer o tener menor cantidad de
ciertos aminoácidos, los alimentos que las contienen muchas veces presentan
antinutrientes, que pueden dificultar su absorción. Por eso y con tal de
aumentar su biodisponibilidad, será importante hacer los remojados y
tratamientos adecuados antes de su consumo.
¿Es necesaria la
suplementación?
Según la OMS, el
consumo de proteína diario debería oscilar entre 0,8 y 1g de proteína/kg de
peso al día. Aún así, estas recomendaciones aumentan en grupos específicos de
población. De hecho, en algunos estudios vemos cómo el consumo óptimo de
proteína se sitúa entre el 1.5 y 1.8g/kg de peso en población deportista, en
pérdida de peso o en población anciana o con necesidades aumentadas.
Por lo tanto, aunque
obtener proteína a base de fuentes vegetales es una opción generalmente
asumible, es cierto que en algunas ocasiones este macronutriente se puede ver
comprometido.
Tanto en deportistas,
como en personas con necesidades aumentadas, incorporar suplementos de proteína
puede ser una buena alternativa. Nos asegura una mayor biodisponibilidad,
facilidad de transporte, saciedad y una forma fácil de obtener la cantidad de
proteínas que necesitamos.
A la hora de escoger la
mejor fuente, lo primero que deberíamos hacer es fijarnos en el aminograma (la
representación esquemática de la composición de aminoácidos que contiene).
Porque una buena fuente de proteína vegetal debería contener todos los aminoácidos
esenciales en cantidades adecuadas.
Por otro lado, en el
caso de proteínas de origen vegetal es interesante buscar además suplementos
que combinen dos o más fuentes de origen vegetal, pues esto nos asegurará una
aportación correcta de los mismos. Y siempre hay que fijarse bien en el listado
de ingredientes y evitar escoger aquellos suplementos donde predomine el uso de
endulzantes o aditivos innecesarios.
Fuente: Sol Natural
No hay comentarios:
Publicar un comentario