¿A quién no le gusta el chocolate? Y
es que de solo pronunciar la palabra ya conectamos con su olor, se nos
despiertan las papilas gustativas y nos imaginamos un trocito deshaciéndose en
la boca, ¿verdad?
Seguramente,
el chocolate provoca placer y culpa a partes iguales porque pensamos que
engorda, que provoca acné o caries. ¿Realmente vale la pena ese instante de
satisfacción? Pues sí, siempre y cuando escojamos un chocolate de calidad y no
se nos vaya de las manos.
Beneficios del chocolate
1. Sistema nervioso
El placer, satisfacción y bienestar
que provoca el chocolate no ha pasado por alto a neurocientíficos, que han
estudiado los efectos del cacao y del chocolate en el sistema nervioso.
El cacao posee un aminoácido llamado
triptófano, que es un precursor de la serotonina, conocida como la hormona de
la felicidad.
Además, nos ayuda a subir el ánimo,
gracias a sustancias como las feniletilaminas, vinculadas con las endorfinas.
Éstas son las responsables de la sensación de euforia y bienestar, pues activan
los receptores que producen placer.
Además, tiene una acción estimulante,
gracias a la presencia de cafeína y teobromina en el cacao. Al igual que el
café, aunque sin un efecto tan potente, dilata los vasos sanguíneos y aumenta
el flujo sanguíneo al cerebro, mejorando así, la concentración y actividad
mental.
2. Antioxidante
Muchas veces se habla del poder
antioxidante del chocolate, con +800 sustancias identificadas con una
concentración muy elevada. Entre ellas, polifenoles y flavonoides, que evitan
la oxidación de las células y luchan contra los radicales libres.
Hay que considerar que estos
antioxidantes están presentes en el cacao crudo, pero en el proceso de
elaboración del chocolate, torrefacción del grano, y homogeneización de la
pasta, se pierden. Por eso, si nos queremos beneficiar de los antioxidantes
deberemos fijarnos que sea un chocolate crudo o raw.
Aprende a escoger un buen chocolate
Para disfrutar de todos estos
beneficios no vale cualquier chocolate...
Conviene descartar el chocolate con
leche y el chocolate blanco por ser productos de baja calidad, ricos en azúcar
y que contrarrestan los beneficios que pueda tener el cacao.
Nos tenemos que decantar por un
chocolate negro de verdad (con un alto porcentaje de cacao y el menos azúcar
posible). Hay tabletas de chocolate negro que tienen 50% de cacao y el resto es
azúcar. ¡No te dejes engañar!
Los tres ingredientes básicos del
chocolate negro son: manteca de cacao, cacao en polvo o pasta de cacao y
azúcar. Algunas marcas también pueden contener lecitina, vainilla o algún otro
saborizante.
Nos fijaremos bien en la etiqueta y
escogeremos uno mínimo del 75% con el objetivo de reeducar el paladar e ir
avanzando hasta porcentajes más altos. Del 85% ya estaría muy bien y si es del
90 o superior, aún mejor.
Aparte del porcentaje de cacao,
también es esencial elegir un chocolate ecológico, ya que es más rico en
flavonoides (antioxidantes) y libre de agrotóxicos (pesticidas y antifúngicos).
Si apostamos por chocolate negro, seguramente será más fácil limitar la ingesta porque es más amargo. De todas formas, deberíamos vigilar y tomarlo en pequeñas dosis. Basta una pieza de 20 g para beneficiarnos de sus propiedades y no excedernos con las calorías y evitar ese efecto estimulante. Por ejemplo, con una onza de chocolate del 85% estaríamos consumiendo unos 2,8 g de azúcar y unas 113 calorías.
Fuente: Sol Natural
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