Aceite de oliva virgen
o zumo de oliva: lo utilizamos para aliñar, hacer salsas como mahonesa, all i
oli, para elaborar dulces, para freír, etc. Tanto si lo vamos a utilizar en
crudo como cocinado en rehogados o frituras la mejor opción es un aceite de oliva
virgen extra junto con el aceite de coco sin refinar.
Esto es debido a que el
aceite de oliva virgen y virgen extra pueden aguantar temperaturas más altas
que aceites refinados (como por ejemplo el aceite de girasol) antes de oxidarse
y desnaturalizarse y ser perjudiciales para la salud, y por su contenido en
antioxidantes, tanto el AOVE debería ser la primera opción que elijamos a la
hora de freír los alimentos.
El aceite de oliva
virgen puede ayudarnos a prevenir enfermedades cardiovasculares, la diabetes,
reducir la inflamación o retrasar el envejecimiento, efectos muy beneficiosos
para la salud debido a compuestos que contiene como los fenoles o las grasas
monoinsaturadas.
Para aprovechar las
propiedades del aceite de oliva, te aconsejamos que utilices aceite de oliva
virgen extra ecológico y de primera presión en frío porque son los aceites que
mayor contenido en fenoles poseen y cuya producción es la más sostenible para
el medioambiente.
Cómo usar bien el
aceite de oliva para freír
Cuando utilizamos el
aceite de oliva virgen extra en frío no caben dudas. Se añade la cantidad que
se va a utilizar durante la elaboración de la receta que estemos preparando y
se consume a temperatura ambiente o fría y así no sólo se mantienen las
propiedades y beneficios del aceite sino que además no se generan tóxicos.
Las dudas o malos usos
aparecen cuando utilizamos el AOVE para frituras. Muchas veces no lo utilizamos
correctamente y queremos darte unas pautas mínimas a seguir para que puedas
utilizar correctamente el aceite de oliva.
Si utilizas freidora,
la encendemos una vez que hemos echado el AOVE. En la sartén lo mismo, primero
añadimos el AOVE y posteriormente se pone a calentar a fuego medio.
Añade suficiente AOVE
para cubrir el alimento que vayas a freír. Además de que el alimento se va a
cocinar de una manera más homogénea, éste va a absorber menos aceite y por lo
tanto quedará menos aceitoso.
No debemos esperar a
que el aceite esté tan caliente que salga humo. Si vemos que está saliendo humo
del aceite significa que éste se está quemando e incluso deberíamos desechar el
aceite porque es tóxico para la salud.
La temperatura del
aceite no debería sobrepasar los 180ºC, su punto de humeo.
Es muy útil tener una
freidora con termostato con el que podemos regular la temperatura a la que está
el aceite.
No utilices más de tres
veces el mismo AOVE para freír. Cuando el AOVE se ha sometido varias veces a
altas temperaturas como en el caso de las frituras, aparecen compuestos tóxicos
como la acroleína, acrilamida o las grasas trans. Otros tipos de aceite, como
por ejemplo el de canola, genera más tóxicos a 180ºC, por lo tanto, son una
opción a evitar.
Después de usar el
AOVE, se debe colar para eliminar pequeños restos de alimentos y guardar en un
frasco de cristal y meterlo en la nevera o refrigerador donde lo podremos
mantener hasta un mes.
Incluso para los asados
u otras preparaciones elaboradas en hornos, es más saludable usar aceite de
oliva virgen que otros aceites como el de girasol o maíz porque, a altas temperaturas
durante tiempos prolongados, produce menos productos de degradación.
En cuanto a los
microondas, los aceites se degradan en mayor medida debido a las altas
temperaturas que se alcanza, incluso pueden degradarse componentes que
resistirían al calentarse en una freidora o sartén.
.
Teniendo en cuenta que
todos los aceites sufren cierta degradación con la temperatura, el aceite de
oliva virgen a diferencia de otros aceites es capaz de mantener sustancias
beneficiosas para la salud como los polifenoles y de limitar las sustancias
tóxicas que se producen por la degradación causada por el calor.
Además recordar que ya
sea el AOVE o cualquier otro tipo de aceite, se debe depositar en el contenedor
del aceite usado y nunca se debe tirar por el fregadero. Pero también puedes
reutilizar el aceite para elaborar jabón casero.
El consumo de alimentos
fritos debe moderarse y no deben consumirse más de 3 ó 4 veces por semana.
Fuente: Ecoagricultor
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