Reconocido por sus
efectos sanadores en la salud humana, el aceite del árbol del té es uno de los
aceites esenciales más utilizados por la medicina tradicional, conocido por ser
un poderoso agente antiséptico, antiviral y fungicida natural de reconocido uso
mundial. Se obtiene por destilación de las hojas de la planta Melaleuca
alternifolia.
Los estudios han
demostrado que el aceite del árbol del té tiene propiedades antisépticas y
sirve para prevenir y tratar infecciones. También se han comprobado sus
propiedades antimicrobianas. Su uso, de carácter tópico, se ha enfocado en
infecciones fúngicas (hongos en las uñas y pie de atleta), acné e infecciones
vaginales.
Según Luza Alvarado,
columnista de Yahoo mujer del árbol del té también se extrae la miel del árbol
del té, mejor conocida como miel de Manuka, cuyas propiedades cicatrizantes y
antibióticas están siendo aprovechadas en varios campos de la medicina.
“Todavía es difícil
encontrar la miel en nuestro continente. Sin embargo, el aceite esencial de
árbol de té ya comienza a venderse en muchas tiendas naturistas. Les aseguro
que después de conocer sus usos y beneficios, querrán incluirlo en el botiquín
de su casa, escuela o centro de trabajo”, asegura.
Aplicaciones del aceite
del árbol de té
Refuerza el sistema
inmunitario como antiséptico que combate virus, hongos y bacterias.
Sirve como efectivo
antiviral ante gripes, catarros, bronquitis, fiebre, sinusitis, dolor de oídos
y garganta.
Combate problemas de la
piel (acné, abscesos, forúnculos, dermatitis, herpes y eczemas).
Posee efectos
cicatrizantes por su poder antibiótico. Se lo utiliza en casos de quemaduras,
picaduras de insectos, culebrilla y varicela.
Actúa como
desinfectante y antiséptico en casos de gingivitis, placa, mal aliento, encías
inflamadas y llagas bucales.
Sirve como
antiinflamatorio en artritis y gota.
Controla y erradica verrugas,
el pie de atleta y hongos debajo de las uñas al actual como antimicótico.
Alivia la cistitis,
micosis vaginal, brinda alivio al prurito genital, anal y hemorroides.
Regula la actividad de
las glándulas sebáceas del cuero cabelludo irritado, con caspa y en tratamiento
de pediculosis.
Sirve como aromaterapia
para eliminar las bacterias en el ambiente.
Combate las pulgas y
garrapatas en animales domésticos.
Modo de uso
Compresas: colocar de 3
a 5 gotas de aceite esencial de árbol de té en una taza de agua caliente o
fría, según indicación. Remojar en un paño o sobre un algodón y aplicar sobre
el área afectada.
Baños de inmersión:
colocar de 8 a 10 gotas de aceite esencial en la bañera llena de agua tibia y
tomar un baño de 10 minutos.
Aplicación directa:
dejar caer una o dos gota directamente sobre la zona afectada.
Buches o gárgaras:
diluir de 3 a 5 gotas de aceite esencial de árbol de té en medio vaso de agua
tibia.
Vahos: colocar de 5 a 8
gotas de aceite sobre un pañuelo o papel tisú o vaporizar sobre la almohada.
Inhalaciones: colocar 5
gotas en un bols de agua muy caliente, cubrir la cabeza con una toalla y
respirar profundamente durante 5 a 10 minutos.
Baños de asiento:
colocar de 8 a 10 gotas en agua tibia y realizar baños de asiento o de pie.
Masajes: se utiliza
principalmente en forma de crema.
Elaboré el propio
aceite corporal
Con una base de aceite
de almendras, 50 ml. aproximadamente, le añade 50 gotas de aceite esencial del
árbol del té puro. Puede añadirle otras esencias antisépticas con lo que
conseguirá quitarle el olor alcanforado al aceite y obtener un agradable olor y
aumentar las propiedades de la mezcla.
Historia del árbol de
té
El árbol del té es
originario de Oceanía y existen dos variedades: el Jellybush, de Australia, y
el Manuka de Nueva Zelanda. Cuando el explorador James Cook llegó a Nueva
Zelanda en 1769, él y su tripulación aprendieron poco a poco los usos que los
aborígenes le daban: hacían té con las hojas para mejorar la digestión, con su
tallo preparaban sedantes, masticaban las semillas para tratar la diarrea,
usaban las hojas en vaporizaciones para las vías respiratorias, y la goma que
salía del tallo la aplicaban sobre la piel para sanar quemaduras y heridas.
Fuente: Equilibrium
Medicina Natural
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