73.
El
maestro no puede ayudar al estudiante 
mientras
el espíritu de éste 
se
halle contaminado. 
La
purificación de la contaminación espiritual 
no
es responsabilidad delmaestro, 
sino
del estudiante. 
Aquélla
se lleva a cabo ofreciendo al mundo 
el
talento, los recursos y la vida que uno tiene. 
También,
puede un estudiante sano 
ofrecer
su energía pura al maestro
 y a los ángeles inmortales que lo rodean, 
y
un estudiante disminuido
puede
proporcionar como mínimo alimentos, 
vino
o servicios. Cuando uno da lo que puede 
sin
refrenarse, quedan rotas 
las
barreras de la individualidad. 
Entonces
ya no es posible decir 
si
es el estudiante el que se ofrece a sí mismo 
al
maestro, o es el maestro 
el
que se ofrece a si mismo al estudiante. 
Uno
ve sólo dos seres inmaculados, 
que
se reflejan el uno al otro 
como
un par de espejos brillantes.


No hay comentarios:
Publicar un comentario