Hemos entrado, como raza y como individuos a la etapa de los grandes cambios… nadie escapa a esa sensación de incertidumbre e insatisfacción que nos acompaña. El cambio se percibe en el aire, ya se respira una nueva vibración planetaria
Hemos
entrado, como raza y como individuos a la etapa de los grandes cambios… nadie
escapa a esa sensación de incertidumbre e insatisfacción que nos acompaña. El
cambio se percibe en el aire, ya se respira una nueva vibración planetaria
Todos, en
mayor o menor medida estamos siendo probados por la vida y los acontecimientos
nos muestran que ya nada es igual que antes y que lo que habíamos previsto no
sirvió de mucho. Todo aquello que creíamos seguro se nos ha ido a pique y aquí
estamos frente a lo que llamamos destino, mirando con ojos de misericordia
(como nos miran los perros abandonados a la salida del supermercado).
La mayoría espera el gran cambio y se
mantienen atentos a los informes meteorológicos para ver si ha entrado en
erupción algún volcán o ha habido algún terremoto o tsunami en alguna latitud y
algunos se abastecen de linternas, agua y víveres para esos días de oscuridad
que algunos anuncian, pero en realidad el cambio que ocurrirá es aquel que
viene desde dentro de nosotros, de cada uno y es una mutación en la conciencia
que poco a poco se irá manifestando en los externo.
Ya se han
desmoronado algunos paradigmas añejos y todo nuestro sistema de creencias está
pasando por un reset colectivo porque el dogma ya no nos sirve para alimentar la
fe. Abrimos la mente a lo nuevo… descubrimos que ante nosotros hay un mundo que
desconocíamos. Tememos, despreciamos y desechamos todo lo ignorado porque nos
acostumbramos a transitar solo por territorios conocidos porque así nos
sentimos seguros. .. pero hoy nada es seguro… y en esa incertidumbre y
vulnerabilidad nos entregamos confiados a lo que viene.
A muchos el trabajo ya no les satisface… Otros
despertaron un día y se quedaron mirando a sus parejas sin entender porque
estaban con ellas porque les eran completamente desconocidos… Hay quienes están
viviendo la enfermedad en sus cuerpos y mentes ya que el alma les está
obligando a oír una queja que empezó como un susurro y ahora es un grito
desesperado… A eso le llaman despertar… y ante todo ese raudal de
acontecimientos imposible seguir remoloneando… Hay que despabilarse, hay que
tomar conciencia y hacerse cargo.
Es
doloroso el despertar porque siempre los sueños nos fueron gratos… toda la
ilusión o el maya desaparecen y vemos la realidad tal cual es… nos sentimos
solos en un planeta de egoísmos y fantasías… pero en ese momento es cuando más
somos asistidos y debemos tener la capacidad de agudizar la percepción para
reconocer que estamos acompañados. Hay seres de luz trabajando para nosotros..
Hay Ángeles por todas partes. No estamos solos, nunca lo hemos estado, pero
para recibir el apoyo y la asistencia de estos seres de luz debemos confiar y
abrirnos a esta claridad. No nos quedemos en esa oscuridad que por
archiconocida se nos hace tan segura… Exploremos… Avancemos…
Hagamos
nuestro reset al alma y desde hoy borremos esa memoria de creencias que ya no
nos sirven… es hora de reprogramarnos y de levantarnos por la mañana contentos,
receptivos, confiados y sobre todo agradecidos y serenos… la ansiedad nunca ha
sido buena compañera así que 10 minutos de meditación por la mañana y otros 10
por la tarde bastarán para iniciar tu proceso de aquietar la mente. Aprende a
anclarte en el presente y suelta el pasado… confía en que en el futuro están
todos tus anhelo ya cumplidos… acepta el cambio… ábrete a él.
Estamos
todos en lo mismo así que no te sientas el bichito raro... Y en todo momento
somos asistidos desde arriba…
En luz y
verdad…
Me®
No hay comentarios:
Publicar un comentario