Me pregunto qué
trampa especialmente seductora y mágica tiene la noche para mantenernos
despiertos absortos en nuestros miedos, temores, carencias, conflictos y deseos
sin cumplir.
Quizá y como
hipótesis razonable de pensamiento, lo que sucede es que nos quitamos, durante
la noche los ropajes y máscaras que durante el día llevamos y claro al hacerlo,
tomamos conciencia de quienes somos, como somos y lo más importante, como
actuamos y el papel que interpretamos.
Bien es cierto
que el silencio de la noche y que nuestra mente se relaje de todo lo que
movemos al cabo del día, favorece ese encuentro con la realidad que cada uno de
nosotros llevamos dentro y que no podemos ignorar.
La oscuridad da
miedo, no por la ausencia de luz, sino porque es un momento donde nos quedamos
a solas con nosotros mismos y tenemos que ejercer la sinceridad………..y eso sí
que da miedo, ya que rara vez se nos enseña a lo largo de la vida a saber
hacerlo.
Me digo a mi
mismo que todo llega y todo pasa, que alguna cosa cambiará (o tendremos que
cambiar nosotros) para que la realidad oscura y vacía que a veces se nos
presenta, pueda dar un giro a mejor y sobre todo me repito que el sol sale de
nuevo todos los días y la luna asoma todas las noches y que en sus respectivas
soledades, uno y otra, están llenos de fuerza y brillan con intensidad.
LO CUAL PONE DE
MANIFIESTO QUE TODOS SIN EXCEPCIÓN TENEMOS LUZ PROPIA, QUE NO NECESITAMOS A
NADIE PARA BRILLAR Y QUE EL HECHO DE ESTAR SOLOS EN OCASIONES NO NOS IMPIDE
ILUMINAR TODO LO QUE HAGAMOS.
Sin embargo,
cuando la oscuridad nos deja a solas con nuestra mente es cuando padecemos la
amarga soledad ante nuestros problemas o ante aquello que sin serlo se agranda
como un castillo de humo en nuestro mundo emocional, para demostrarnos que cada
vez somos más pequeños, que no somos tan buenos como creíamos, ni tan
inteligentes como pensábamos.
Cuando se
tambalean los pilares del edificio emocional es cuando la mente, siempre tan
contradictoria, a pesar de lanzarnos al abismo también nos envía una cuerda
(recuerden que la vida al lado de cada problema, nos enseña la solución).
Es entonces
cuando rebuscamos en lo aprendido hasta el momento, cuando tienes que sentarte
frente a ti mismo para hablarte alto y claro, recurriendo a la fuente inmensa
de tu amor, esa que incondicionalmente siempre estuvo ahí y siempre estará
aunque no en ocasiones no seas consciente de ello. Ella tiene respuestas.
Solamente hay que pedírselas.
En el momento
actual, donde cada vez son más los científicos que demuestran como el corazón
tiene cerebro e incluso el ultimo aporte de la ciencia al respecto es el
descubrimiento de tejido neuronal en nuestro corazón, podemos afirmar que es el
corazón la sede de esa fuente de amor, quien toma las decisiones, la mente solo
sirve para mover los pensamientos y calentarnos…………la cabeza.
CORAZÓN Y
NO SOMOS CAPACES DE SINTONIZAR CON ESA ENERGÍA AMOROSA, PARA ENCONTRAR LAS
RESPUESTAS. MUCHAS VECES NECESITAMOS RECURRIR A NUESTRA FUENTE DE AMOR, A
NUESTRO
También me
pregunto ¿Qué hubiese hecho ella en mi caso? …Si la tuviese delante y
encontrase el valor suficiente para confesarle mis errores me habría ganado una
excelsa riña, pero también sé que entre sus consejos dolorosos iría mezclada la
ternura para remediar la tristeza de sentirme así. Sé también que entre la
rabia infinita de reconocer mi mala memoria para con su ejemplo habría obviado
mi despiste con un perdón infinito ante mis debilidades.
Me pregunto con
qué ojos miraría los míos y qué mano tendería hacia mí para acercarme a su
pecho y estrecharme entre sus brazos.
Se sentaría a
mi lado y después de ceñir mi voluntad a sus consejos y enseñanzas, me acogería
con su sonrisa para decirme una vez más que todo pasa, que nada me turbe, que
en quien confía en sí mismo y actúa con amor nada teme y que en todo ello está
la confianza de sentir la fortaleza de nuestra esencia que nos dinamiza para
seguir abrazando la vida…que siempre, siempre…nos espera fuera.
con la
seguridad de que la noche no hay que temerla, que es una herramienta más para
nuestro aprendizaje y como han dicho los sabios de todos los tiempos, por muy
oscura que sea la noche, al final de ella siempre encontraremos la luz.
**no olvides
nunca que las noches sirven para soñar, pero el día es donde con trabajo,
esfuerzo y confianza en ti mismo, puedes hacer tus sueños realidad.
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