El día 10 de octubre inicia un nuevo ciclo para Júpiter, el
planeta expansivo que, a su paso por Libra, nos ha recordado el valor e
importancia de nuestras relaciones e ideales, como un pilar fundamental dentro
de nuestro crecimiento integral, pasa a Escorpio, octavo signo del zodiaco, de
elemento agua y cualidad fija, cuyos regentes son Marte y Plutón,
respectivamente planetas asociados a la asertividad, y el poder de
transformación. Júpiter pasa del Aire, al agua, del cálido y húmedo soplo de
Venus, a las profundas aguas ancestrales de Escorpio, para desentrañar,
limpiar, curar y sanar.
Escorpio es la fuerza del inconsciente, el libro de hechizos,
el mago arquetípico, mientras que Júpiter es el manuscrito divino, el viajero,
es la señal de ‘’National Geographic’’ que reverbera en el cosmos, es nuestra
percepción elevada y mente abstracta, es nuestra Fe y filosofía de vida.
Júpiter en Escorpio, rompe la barrera del ego personal, para iniciar un viaje
confiado hacia las profundidades de nuestro ‘’Jardín Secreto’’.
Escorpio, signo donde fluyen los secretos del alma, el
misterio de la libido, el poder de la acción y el espíritu de nuestros
ancestros, toma un nuevo protagonismo con increíble fuerza, la bóveda celeste
amplifica las cualidades positivas del arquetipo escorpiano bajo la lupa de
Júpiter, despertando el inconsciente con un propósito final, ser más
responsables de la dirección de nuestras vidas, y también de lo que concierne a
ciertas actitudes negativas que tomamos frente a situaciones de nuestra
cotidianidad, que son reflejo de nuestros temores e inseguridades que vienen
desde un pulso interno y visceral, Júpiter en Escorpio nos obliga a abrir ese
viejo baúl de negatividad, lo visceral pasa por el tamiz de la consciencia y se
manifiesta como poder interno y real, a su vez, el inconsciente renovado da
paso a una lúcida percepción intuitiva.
Durante el periodo en el cual Júpiter cruzará Escorpio, se
dará paso a una nueva fascinación por temas asociados al signo, tales como la
muerte, la trascendencia del alma en el más allá, el sexo, y el poder en su más
elevada manifestación, como en su más baja, haciendo referencia a temas
relacionados con la corrupción y el abuso de poder, Júpiter lleva todo esto a
la superficie, para esclarecer las aguas que se gestan en lo más profundo de la
sociedad. Júpiter en Escorpio es la muerte vista como la liberación del alma
del cuerpo físico, o la comunión del espíritu con la totalidad del cosmos, más
que ser un proceso netamente negativo, Júpiter sublima la muerte como un
proceso trascendental en el camino de la vida, como un portal que da inicio a
una nueva etapa, cuando el misterio que une el alma con el cuerpo es develado.
A su vez, el sexo, toma una connotación espiritual, sublime e intangible, el
planeta benéfico nos invita a una mayor libertad en la exploración de nuestra
libido, y la búsqueda del sentido de comunión con el otro.
Júpiter en Escorpio, es el hechizo que convoca a los espíritus
ancestrales a ayudarnos en nuestro proceso de crecimiento, cuando ya no vemos
salida, cuando nos segamos en las posibilidades prácticas, Júpiter nos invita a
tirarnos al vacío sin temor, en el maravilloso proceso del descubrimiento del
tesoro interno, para demostramos que somos seres en constante cambio y
transformación. Se abre la puerta del ‘’Jardín Secreto’’, para regenerar
nuestro inconsciente de manera expansiva y benéfica, y a su vez direccionar
nuestra fuerza emocional en la manifestación de una lúcida intuición orientada
a la concreción de nuestros profundos sueños y anhelos.
Fuente: Astrological Memories
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