Doy desde
el ego o el amor?
Dar y
recibir en verdad son lo mismo, nos recuerda la lección 108 de UCDM.
No
obstante suele ocurrir que cuando doy o hago algo por alguien, mi ego espera
algo a cambio: favor por favor, un agradecimiento, una sonrisa, un regalo, unas
palabras de aliento…
Y esto no
siempre sucede, por lo tanto nuestro ego se siente herido y nos tortura con
frases tipo:
“Con lo
que tú has hecho por xxx”
“Con lo
bien que te has portado y ahora…”
“Después
de todo lo que has hecho, mira como te lo pagan”
“Otra vez
si te parece lo vuelves a hacer, para cómo te lo van a agradecer”
Y cientos
de miles más parecidas.
¿Realmente
hacemos bien en sentirnos mal? ¿Es nuestro sentido común o nuestro ego quien
nos tortura con estas y otras frases?
¿Si me
siento tan bien cuándo hago algo por alguien olvidándome de mi mism@, a qué se
debe que luego no me sienta bien si no hay un agradecimiento por medio y que
encima yo considere adecuado?
El
sistema de pensamiento al que estamos acostumbrad@s es el de ego. Es el ego el
que hace que me sienta bien cuando doy a alguien una limosna a la espera de
agradecimiento y en realidad no hablamos de limosnas con esta frase, hablamos
de Dar con mayúsculas, dar desde el amor; que en realidad es la única forma de
dar; cuando damos desde el amor damos sin expectativas, sin condiciones y sobre
todo sin el pensamiento de carencia (he dado una cosa, me falta una cosa).
Si tienes
pensamientos de carencia, buscarás al premio/agradecimiento. No obstante si
detectas en ti este pensamiento, no te tortures, solo obsérvalo, te esta
avisando que no estás en el sistema adecuado de pensamiento; así pues, sabes
que debes desechar este pensamiento por otro de amor.
Por
suerte gozamos de libre albedrio y puedes decidir si lo que estoy diciendo es
una absoluta tontería o es real y comenzar a practicar a amar sin expectativas.
Autora:
Rosa Francés Cardona (Izha)
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