Mi cuerpo… mi cicerone
En el mismo instante que te
encontré en mi,
Fue el mismo instante en el
que encontré quien soy
Mi cuerpo una forma... y yo la
vida
Como el despertar de un
reflejo danzarín de la superficie del agua
No soy el como, el cuando, el
que…ni siquiera quien…
Simplemente VIDA...
Y cuando te vi… nos vi… y pude
intuir…
SENTÍ… la cercanía de la
lejanía…
y la calidez del frió…
VI... la luminosidad de lo
oscuro…
y lo invisible de lo formado
OÍ… las palabras de lo no
pronunciado…
y el silencio de lo emanado…
RESPIRÉ… el viento de lo
aquietado
y la quietud de lo ajetreado
SIMPLEMENTE… ME MARAVILLÉ…
de la sagrada grandeza de lo
simplificado…
En el mismo instante que nos
vi…
abrí mi mano, mi alma, mi
existencia
y así…
te descubrí infinita y eterna
en mí
percibiendo tu suave caricia
en este mi mundo
sintiendo la brisa de tu
viento sin corriente
sintiendo tu presencia
mientras abres nuevos sentidos
que acunan hasta inducir al
sueño mi mente
vida entre cuerpo y cuerpo a
vivir
vida entre mundo y mundo a
venir
y mientras tú… te vives en mí
Y mientras yo… me descubro en
ti
VIVO…
y me hallo siendo la infinita
vida y sus manifestaciones
viajando a través de cuerpos,
formas, placeres y dolores
GOZO…
y me hallo observando estas
mis infinitas apariciones
hasta revelarse mi cuerpo...
como “el perfecto cicerone”.
Autora: Sisi Bocanegra
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