Es increíble que con sólo 3 ingredientes: agua, aceites y cera de abejas consigamos una crema hidratante de excepcional calidad difícil de igualar por la mayoría de cremas comerciales carísimas. Esta receta es un básico de la cosmética natural casera por las infinitas posibilidades que presenta, lo bien que le sienta a la piel, y lo fácil que es de hacer. Una crema hidratante, 50% agua, por lo que penetra en las capas profundas de la epidermis ayudando a recuperar el agua perdida. Sirve tanto para rostro, contorno de ojos, como para todo el cuerpo y las manos, y al ser totalmente natural la piel responde muy bien a ella, además de que no deja película grasa ya que se absorbe en poco tiempo. Otra ventaja es que se puede personalizar según las necesidades de cada piel o de lo que tengamos en casa en ese momento.
Esta es mi versión de la receta que aprendí de Rosemary Gladstar, sabia de las plantas medicinales. Os dejo el enlace al vídeo de ella explicando este método de preparación (en inglés):
http://vimeo.com/78193933
http://vimeo.com/78193933
INGREDIENTES
1. Ingredientes líquidos tipo "agua".
La medida será una taza (aprox. 250 ml.), puede ser de agua (debe ser filtrada, de manantial o mineral, no del grifo), hidrolato o agua de rosas, azahar, lavanda, etc., o similares.También podemos mezclar varios líquidos, por ejemplo, agua pura con agua de rosas.
2. Ingredientes del tipo "aceite".
La medida será una taza (aprox. 250 ml). Una tercera parte de la taza la compondrán aceites "sólidos" como aceite de coco, manteca de karité o manteca de cacao. Si usamos manteca de cacao deberá ser sólo una pequeña proporción de esta tercera parte, para evitar grumos en la crema.
Las otras dos terceras partes serán de aceites "líquidos", La gama para escoger es amplísima: argán, sésamo, rosa mosqueta, oliva, germen de trigo, almendras, avellanas, nuez de albaricoque, jojoba, macadamia, aguacate, semilla de uva, onagra, borraja...
Importante: Los aceites, tanto sólidos como líquidos, deben estar lo menos procesados posible y ser de
máxima calidad, extraídos a bajas temperaturas o de primera presión en frío, preferentemente ecológicos. De esta forma conservan todas sus propiedades y reducimos las posibilidades de que nos puedan causar reacción en la piel.
máxima calidad, extraídos a bajas temperaturas o de primera presión en frío, preferentemente ecológicos. De esta forma conservan todas sus propiedades y reducimos las posibilidades de que nos puedan causar reacción en la piel.
3. Cera de abejas.
28-30 gramos. Que sea lo más natural y menos procesada posible, de lo contrario nos perderemos las cualidades de la cera para la piel y habrá más riesgo de padecer reacción cutánea.
4. Aceites Esenciales (opcional).
No es imprescindible, pero los aceites esenciales bien escogidos además de aportarle un delicioso
aroma a la crema, nos ofrecen sus magníficas propiedades para la piel, ya que muchos de ellos son reafirmantes, calmantes, previenen arrugas, ayudan a eliminar manchas, a iluminar y a regenerar el cutis, a regular la grasa...
Estos son algunos de entre los muchos que tenemos para escoger: cedro, lavanda, geranio, jara, ylang ylang, manzanilla, mirto, naranjo amargo, incienso, pachuli, palmarosa, siempreviva amarilla, picea negra, romero, rosa, salvia romana, árbol del té, niaulí, verbena... Sin embargo, hay que tener precaución con aceites esenciales como el de canela u orégano, entre otros, que son extremadamente fuertes para la piel.
La medida de aceites esenciales, a modo de orientación, puede oscilar entre 20 y 40 gotas por cada 100 ml. de crema (gotas en total de todos los aceites esenciales escogidos, no de cada aceite esencial). Podemos hacer la mezcla en un vasito hasta obtener el aroma deseado, aunque el aroma final sólo lo sabremos pasados 2-3 días después de hacer la crema, cuando haya asentado.
UTENSILIOS NECESARIOS
El único utensilio "fuera de lo común" será una batidora de vaso. Pero si no la tenéis podéis utilizar cualquier otro método con el que hagáis mahonesa en casa. La batidora de vaso, no obstante, facilita mucho la labor, sobre todo para manos menos expertas.
PREPARACIÓN
- Ponemos al baño María muy suave la taza de ingredientes tipo "aceite" junto con la cera de abejas. Vamos removiendo despacio hasta que todo esté completamente disuelto. Apartamos del fuego y dejamos enfriar totalmente. (Este macerado de por sí ya es una buenísima crema para masaje que se absorbe muy bien por la piel.)
- Echamos en la batidora la taza de líquidos tipo "agua" a la que habremos añadido los aceites esenciales y lo batimos todo unos segundos.
- Ponemos la batidora en marcha de nuevo a la máxima potencia y vamos añadiendo lentamente en forma de hilo continuo la taza de aceites con la cera (debemos esperar hasta que se enfríe después del baño María). Llega un momento en el que las cuchillas de la batidora comienzan a girar con dificultad a causa del espesor de la crema, es el momento de parar la máquina. Podemos remover un poco con una cuchara y batirlo de nuevo unos segundos, aprovechando para echar el resto en el caso de que aún nos quede mezcla de aceites en la taza. ¡Nuestra magnífica crema ya está hecha!
CONSERVACIÓN Y USO
Cuando vayamos a utilizarla bastará muy poca cantidad de crema, que habrá que masajear suavemente hasta que se absorba.
Si no le hemos echado ingredientes frescos (como gel de aloe vera de la planta, aguacate natural etc), esta crema se conservará en perfecto estado varios meses a temperatura ambiente. En el caso de echar ingredientes frescos, habrá que mantenerla en la nevera.
Es importante que los envases donde la vayamos a guardar estén bien limpios, y es mucho mejor dejarla en un lugar alejado de la luz para que sus propiedades no se deterioren.
UN TRUCO POR SI SALIERA MAL
No es probable, pero igual que pasa a veces al intentar hacer mahonesa, alguien puede tener la mala suerte de que la crema no se le amalgame bien. Sería una lástima echar a perder ingredientes tan valiosos y toda la ilusión puesta. En el caso de que ocurra esto, se puede probar a guardar en la nevera unas horas la mezcla, de forma que la grasa y el agua queden bien separadas al solidificarse los aceites por el frío, para luego pasar a filtrarlo y volver a intentar hacerla de nuevo sin desperdiciar nada.
ALGUNAS IDEAS
Las posibilidades de mezclas de aceites que nos ofrece esta crema son infinitas, no hay que tener miedo a probar. Los aceites de calidad se adaptan prácticamente a todo tipo de piel, aunque cada persona debe buscar los le sienten mejor.
Aún así, a modo de orientación básica para quien no sepa con qué mezcla empezar, dejo algunas ideas para diferentes tipos de piel. Pero no hay que olvidar que una simple mezcla de agua, aceite de oliva y aceite de coco ya nos puede ofrecer una maravillosa crema.
Pieles sensibles:
Aceite de almendras, aceite de argán, aceite de macadamia, manteca de karité, aceite de coco, manteca de cacao.
Pieles grasas:
Aceite de jojoba, aceite de semillas de uva, aceite de coco.
Pieles secas:
Aceite de aguacate, aceite de germen de trigo, aceite de almendras, aceite de coco, manteca de karité, manteca de cacao.
Pieles maduras:
Aceite de nuez de albaricoque, aceite de rosa mosqueta, aceite de argán, manteca de karité, manteca de cacao, aceite de coco.
Pieles normales o mixtas:
Aceite de sésamo, aceite de avellanas, aceite de jojoba, manteca de cacao, manteca de karité, aceite de coco.
ACTUALIZADO agosto 2016 CONSERVACIÓN DE LA CREMA
Son muchas las preguntas que recibo por privado al respecto de la conservación de la crema e ingredientes adicionales para su mejor conservación. Dado que yo no utilizo ningún conservante aparte de los ingredientes de la receta, os dejo algunas pautas que pueden ayudar a que la crema se mantenga más tiempo en buen estado:
Son muchas las preguntas que recibo por privado al respecto de la conservación de la crema e ingredientes adicionales para su mejor conservación. Dado que yo no utilizo ningún conservante aparte de los ingredientes de la receta, os dejo algunas pautas que pueden ayudar a que la crema se mantenga más tiempo en buen estado:
- Esterilizar muy bien la tapa y el envase, así como tener cuidado al manipular la crema para no contaminarla.
- Asegurarnos de que la fase acuosa ha quedado bien amalgamada. Si quedase algo de agua sin amalgamar una vez terminada la crema, hay que eliminarla antes de envasar el producto.
- Guardarla en la nevera en un envase bien cerrado y poner entre la tapa y la crema algo que sirva para absorber humedad si se creara, como una gasa esterilizada o similar que iremos cambiando de vez en cuando.
- Si en la fase acuosa utilizamos agua hervida o hidrolato también reducimos el riesgo de que se estropee.
- Dejar en la nevera la crema que no vayamos a utilizar en breve, y tener a mano un envase a temperatura ambiente con la cantidad de crema para dos o tres semanas.
- No tocar la crema del envase con los dedos, mejor tomar la cantidad que necesitemos con algún utensilio bien limpio como una cuchara pequeña.
Es maravilloso poder cuidar de la salud y de la belleza de nuestra piel a la vez que cuidamos la salud y la belleza del medio ambiente, sin olvidarnos nunca de esa máxima de la verdadera cosmética natural que a menudo se olvida: no pongas en tu piel nada que no puedas pronunciar o que no te puedas comer. Os animo a probar haciendo vuestra gama de cremas casera y personalizada ¿puede haber un regalo mejor en estos tiempos de cremas carísimas cargadas de tóxicos?
Fátima Solé
Naturópata
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