LA TORRE DEL ESPÍRITU - El Camino de Chuang zu




El Espíritu tiene una torre inexpugnable a la cual no puede alterar peligro alguno, siempre y cuando la torre esté guardada por el invisible Protector que actúa inconscientemente, y cuyos actos se desvían cuando se hacen deliberados, reflexivos e intencionales. La inconciencia y total sinceridad del Tao se ven alteradas por cualquier esfuerzo de demostración de autoconciencia. Todas esas demostraciones son mentiras. Cuando uno se exhibe de tan ambigua manera, el mundo exterior entra en tromba y lo aprisiona. Ya no está protegido por la sinceridad del Tao. Cada nuevo acto es un nuevo fracaso. Si sus actos son realizados en público, a plena luz del día, será castigados por los espíritus. ¡Qué cada cual comprenda el significado de la sinceridad y se guarde de exhibirse! Ése estará en paz con los hombres y los espíritus, y actuará correctamente, sin ser visto, en su propia soledad, en la torre de su espíritu.




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