¿Te sientes distinta al
resto de tu familia?
¿No encajas en las
ideas/valores del resto de la familia?
¿Te suelen reprochar
que no eres como ellos?
¿Eres el patito feo de
tu familia?
¿Te consideran rara,
excéntrica…?
No te preocupes, de
pronto un día todo encaja y descubres que eres LA OVEJA NEGRA de tu familia y
¿Sabes? Esto en vez de hacerte sentir mal, te hará sentir genial, ya que un día
descubres que NORMAL y CORRECTO no es lo mismo.
Siempre se piensa que
lo “normal” es lo adecuado/correcto y sin embargo no es así. Que siempre se
haga algo de cierta manera no quiere decir que sea la forma correcta.
Ejemplo:
“Siempre” se ha
considerado correcto que el lugar de la mujer era la cocina y el hombre nunca
debía de hacer tareas de casa, pues eso menospreciaba su masculinidad; sin
embargo, hoy sabe que no era la forma correcta de actuar.
Durante muchos siglos
la esclavitud era considerado algo muy normativo y realmente no hay nada más
fuera de lo común.
Así que realmente este
es el papel de la oveja negra: cuestionar, actuar con otros valores, pensar de
forma diferente y expresarlo.
Muchas ovejas negras
logran el cambio.
Así pues, un día
descubres que no está mal luchar por ser quien realmente quieres ser, que no
pasa nada si no eres como el resto; que no pasa nada si te gusta consumir (por
ejemplo) pero eres consciente que no es el centro de tu vida; ni ocurre nada si
sientes que no encajas en una talla 38; tampoco te preocupas si tus intereses
políticos son nulos o diferentes a los de tu familia; también descubres que es
correcto dedicarte a lo que realmente te gusta y salir del clan familiar
(abogado, médico, costurera…).
Sin embargo, sabes que
si pasa y mucho cuando:
· No eres fiel a tus principios.
· Trabajas solo por dinero.
· Si no actúas conforme tu corazón te lo
dicta.
· Si haces caso omiso a las injusticias.
· Luchas por tener un cuerpo normativo,
afectando incluso a tu salud.
· Finges ser quien no eres para encajar
en el grupo.
Y cuando llega el día
que descubres quien eres, sonríes, descubres que tu locura no era tal, que tus
principios no estaban equivocados, que tu familia puede y debe aceptarte como
eres realmente; al final descubres que todo este proceso de búsqueda y talvez
dolor tenía un sentido mucho más profundo del que tú creías y que no solo eres
perfectamente válida, sino que eres imprescindible en tu casa/familia/sociedad
para poder cambiar este mundo.
Autora: Rosa Francés
Cardona (Izha)
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