EL ARTE DE RESPIRAR
Si puedes hacer algo
con la respiración, de pronto volverás al presente. Si puedes hacer algo con la
respiración, llegarás a la fuente de la vida.
Al Principio
Tu respiración es el
mejor activo que posees. Es naturalmente proclive a la meditación y siempre
esta contigo. Refleja tus emociones mas intentas y te permite atenuarlas o
encauzarlas. Te ayuda a sentirte seguro, pleno, y a tener un completo control
de tu vida mientras te afianza en el momento presente, despejando la mente y
liberando tus instintos.
El arte de la
respiración despierta una sensación de asombro, maravilla y curiosidad: los
cimientos de una vida más feliz.
Te infunde el valor
para aceptarte a ti mismo con todos tus errores y tus defectos. Para tratarte a
ti mismo con la bondad, la empatía y la compasión que sinceramente necesitas, y
ayudarte a mirar hacia el exterior y abrazar al mundo.
Respirar
Tu respiración refleja
e intensifica tus emociones.
El estrés momentáneo
provoca tensión corporal e induce una respiración menos profunda. Una
respiración mas superficial reduce los niveles de oxígeno en sangre, acción que
el cerebro percibe como estrés.
La respiración se
acelera y se torna mas ligera. Los niveles de oxigeno descienden aún más. El
corazón se acelera. El cerebro se siente mas estresado.
Es un círculo vicioso.
Una inspiración y
expiración armoniosa estimulan el Sistema Nervioso Parasimpático.
Hormonas relajantes
circulan a través del cuerpo.
Se calman los
pensamientos, las sensaciones y las emociones negativas; empiezas a respirar
más lenta y profundamente.
Empiezas a relajarte.
Es un círculo vicioso.
Es tan sencillo como
respirar. Para respirar correctamente todo lo que necesitas es liberar tu
respiración. Someterte a su ritmo natural gracias a la atención consciente.
Percibe como el aire entra y sale de tu cuerpo. Relájate y déjate llevar por el
ritmo de la respiración.
Siente como tus hombros
se aflojan y se relajan. Percibe el suelo bajo tus pies.
Si te sientes nervioso,
afligido, infeliz o exhausto empieza a inspirar y expirar conscientemente.
Mindfulness
El arte de la
respiración consiste en prestar atención al aire que entra y sale de tus
pulmones de una manera muy especial. Es la base del mindfulness y tan antiguo
como la propia meditación. Puedes aprender lo básico en pocos minutos…
Pero dominar el arte de
la respiración lleva más tiempo.
Las meditaciones
respiratorias son muy sencillas, pero, a veces, la gente tiende a hacerlas
difíciles y complicadas. No necesitas ningún equipo, ni mantras, ni incienso,
ni campanas sofisticadas, ni apps, ni siquiera una habitación en silencio.
Todo lo que necesitas
es: Una silla, tu cuerpo, un poco de aire, tu mente, y eso es todo.
Una persona cuya mente
no vagabundea no esta meditando. La mente se distrae. Es lo que suele hacer.
Esto nos lleva al
principio que rige el mindfulness: no puedes fracasar. Advertir que la mente se
ha alejado de la respiración es la meditación. Es un momento de atención plena.
El mindfulness es
atención plena y consciente.
Consiste en prestar una
atención plena y consciente a todos los pensamientos, sentimientos y emociones
que fluyen a través de nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra respiración, sin
juzgarlos ni criticarlos en ningún momento.
Es ser plenamente
consciente de todo lo que acontece en el momento presente sin quedar atrapado
en el pasado o preocuparse por el futuro.
El Mindfulness no es
una religión
No implica abandonar o
alejarse del mundo. Tiene que ver con conectar y abrazar la vida en toda su
caótica belleza, con todos sus defectos y debilidades.
El objetivo del
Mindfulness no es despejar a propósito la mente de todo tipo de pensamientos.
Tu no eres tus
pensamientos. Eres el observador de tus pensamientos.
Tus pensamientos son un
comentario permanente sobre el mundo; el “mejor pronostico” de lo que esta
sucediendo. A menudo, tus pensamientos reflejaran las poderosas corrientes
emocionales que atraviesan tu mente, tu cuerpo y tu respiración.
El mindfulness te
enseña a adquirir perspectiva, a situar tus pensamientos, sentimientos y
emociones en un contexto mas amplio. Y al hacerlo así, tus pensamientos más
frenéticos e inquietantes sencillamente se desvanecen por si solos, dejando tu mente
serena, iluminada y lucida.
Felicidad
Somos criaturas
conscientes, y por eso siempre podemos recuperar el equilibrio y una visión mas
feliz y precisa del mundo.
No es más difícil que
sintonizar periódicamente nuestra respiración mientras prestamos atención a los
pequeños placeres de la vida diaria. Significa percibir los colores, sonidos,
olores y texturas que te rodean y paladear los sabores y aromas de los alimentos
y bebidas.
Recuerda que: Gran
parte de las dificultades de la vida solo son la mitad de malas de lo que
parecen, mientras que las cosas buenas de la vida son dos o tres veces mas
intentas.
Curiosidad
Es imposible ser
infeliz y curioso al mismo tiempo.
Las rutinas son los
guardianes de la mente. Liberta de ellas despertando tu curiosidad. Deja que te
inunde la energía. Vive.
Jovialidad
Probablemente hoy
pasaras treinta y seis minutos preocupándote por algo (como la mayoría de la
gente). En lugar de eso, ¿Por qué no salir a respirar?
Conciencia
Afortunadamente
poseemos un elemento mágico llamado conciencia. Nos permite percibir la
interconexión entre la mente y el cuerpo, y te libera de los estados mentales
negativos y reactivos.
Por lo tanto, puedes
aprender a responder en lugar de reaccionar. Y de esta conciencia solo nos
separa una respiración.
La respiración
consiente te enseña que los estados mentales mas poderosos se reflejan en el
cuerpo como sensaciones físicas. Se consciente de esas sensaciones. Cada una es
un mensaje.
Si atiendes
conscientemente a estos mensajes percibiéndolos activamente en tu cuerpo,
entonces puede suceder algo milagroso. Descubrirás que vienen y van como olas
en el mar o como la respiración en tu cuerpo.
Y dentro de poco
empezaran a desvanecerse por si mismas, dejando tras de si una mente mas
serena, feliz y lucida.
Escucha a tu cuerpo.
Escucha a tu respiración.
Se consciente de tu
estrés y observa como se desvanece. Puede manifestarse como tensión en el
pecho, en los hombros o en el cuello. La ansiedad, como temblores o
contracciones en manos, piernas o estómagos. La infelicidad, como una tirantez
en el rostro. No importa donde se encuentre; localízalas y observa como las
sientes.
Cuando percibas que tu
mente se ha despistado, reconduce suavemente tu conciencia a tu respiración por
unos momentos, y luego vuelve a observar las sensaciones físicas.
El mindfulness es
observación sin critica. Cuando meditas, procura no fijarte un objetivo
concreto, tal como despejar tu mente de pensamientos o ser mas feliz o alcanzar
una mayor serenidad o plenitud. Cuando meditas, lo que encuentras es todo lo
que hay.
Interiorización
Sal durante una noche
estrellada. Quítate los zapatos y los calcetines. Siente el suelo bajo los
pies.
Mira el cielo.
Respira.
Contempla las estrellas
esparciéndose en el infinito en todas las direcciones. Un infinito no solo
inimaginablemente vasto, sino verdadero, interminable, en continua expansión.
Céntrate en tu respiración
mientras el aire entra y sale. Siente como la planta de tus pies toca el suelo,
como el aire frio de la noche cae sobre ti.
Percibe la quietud, la
expectativa, el propio infinito.
Mira las estrellas
mientras parpadean. Este centelleo quizás ha tardado miles de millones de años
en llegar hasta ti.
El arte de la
respiración se basa en la capacidad de liberarse. Liberarse y permitir que tu
respiración respire por si misma. Cuando esto sucede, algo milagroso ocurre en
tu vida; la vida empieza a vivir a través de ti.
Te ríes antes y tardas
mas en enfadarte, la vida se torna menos frenética y agotadora, y el sueño es
mas reparador. Redescubre tu capacidad de asombro y admiración, tu absoluta
alegría.
Pero lo mas importante
de todo es que aceptas tus imperfecciones con una sonrisa cálida y no con una
amarga critica.
Ahora respira.
DANNY PENMAN
Fuente: La Iluminacion Espiritual
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