En el país de Tsoi, un tal Kouo era
muy rico. En el país de Song, un tal Hiang era muy pobre. El pobre fue a
preguntar al rico cómo había procedido para enriquecerse.- Robando, le contestó
aquel.- Cuando empecé a robar, al cabo de un año tuve lo necesario, a los dos
años tuve la abundancia, a los tres, la opulencia y así me convertí en un gran
notable.
Aunque Hiang se confundió respecto al
término robar, no pidió más explicaciones. Colmado de alegría, se despidió de
él y se puso inmediatamente manos a la obra. Saltando tapias o atravesándolas,
se apoderaba de todo cuanto podía. Prestamente arrestado, tuvo que devolverlo
todo e incluso perdió lo poco que poseía anteriormente, demasiado feliz por
haberse salido de forma tan leve del asunto. Convencido de que Kouo le había
engañado, le fue a pedir cuentas.
-¿Cómo te las arreglaste? preguntó
Kouo, asombrado.
Cuando Hiang le hubo contado sus
maneras... -¡Ah, dijo Kouo, no es con este tipo de robo que me he enriquecido!
Yo, según el tiempo y las circunstancias, he robado las riquezas del cielo y la
tierra, de la lluvia, de los montes y valles. Me apoderé de aquello que había
hecho crecer y madurar los animales salvajes de las praderas, los peces y las
tortugas acuáticas. Todo cuanto tengo, lo robé a la naturaleza, pero antes de
que fuera de alguien; sin embargo, tú robaste lo que el cielo ya había dado a
otros hombres.
Hiang se marchó descontento,
convencido que Kouo seguía engañándole. Se encontró con el Maestro del barrio
del este y le contó su caso. -¡Pues claro!-, le contestó éste; toda apropiación
es un robo. Pues si el ser, la vida, es el robo de una parcela de la armonía
del ying y del yang, con más razón, cualquier apropiación de un ser material es
un robo a la naturaleza. Pero hay que distinguir entre robo y robo. Robar a la
naturaleza es el robo común que todos cometen y que no es castigado. Robar a
alguien es el robo particular que los ladrones cometen y que es castigado.
Todos los hombres viven de robar el cielo y la tierra y no por ello son
ladrones.
Fuente: Osho Gulaab
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