La incidencia de
enfermedades y trastornos en nuestra sociedad es cada vez mayor y afecta cada
día a un número creciente de personas en las diferentes etapas de su
desarrollo. En las últimas décadas, niños, adultos y ancianos han visto
aumentada su morbilidad en una sociedad cada día más medicamentada y con una
mayor esperanza de vida.
El 45% de la población
española mayor de 16 años de edad convive hoy con, al menos, un padecimiento de
índole crónico.
La cantidad de
dolencias crónicas aumenta a dos o más en el 40% de los españoles mayores de 50
años. Enfermedades como la diabetes, el intestino irritable, asma o la
artritis, problemas cardiovasculares, neuralgias, lumbalgias y trastornos como
la depresión y el insomnio, entre otros muchos padecimientos, son visitantes
habituales y no deseados en la experiencia de vida de numerosas personas.
Asimismo, los hábitos
de vida actuales presentes en la mayor parte de la población, siendo los mismos
marcadamente antifisiológicos, producen una mayor incidencia de procesos
inflamatorios en nuestro organismo, tales como gastritis, bronquitis,
dermatitis y más. Las infecciones virales, bacterianas y fúngicas también son
recurrentes al no disponer de un sistema inmune óptimo y una microbiota
intestinal equilibrada.
La exposición
permanente a sustancias, estímulos y ambientes nocivos, como las partículas
contaminantes presentes en el aire de las ciudades y el ritmo de vida instalado
en las urbes, contribuyen igualmente a acentuar este problema de salud pública.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la contaminación atmosférica
causa cada año más de 10.000 muertes prematuras en España y 800.000 muertes
prematuras en toda Europa.
Muchas de las
patologías mencionadas son tratadas mediante farmacología de síntesis química,
la cual es resolutiva, segura y de calidad, pero en algunas ocasiones puede
generar efectos secundarios no deseados en el organismo que deriven en nuevos
problemas de salud.
Por ello, las
disciplinas englobadas dentro de la salud natural y holística cobran un
protagonismo significativo en el mundo actual, pues cubren una demanda social
creciente: tratar al enfermo y no a la enfermedad.
Fuente: Intranatura
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