No te preocupes tanto
por el temporal,
que no te desaliente
la niebla ni el
huracán.
Mantén tu agua limpia,
mantén tu tierra
nutrida,
mantén tu corazón
fértil.
Ocúpate firmemente de
eso.
Lo demás
déjaselo a la Abuela
Vida,
ella es tan vieja como
tu alma,
ella sabe...
Ada Luz Márquez
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