El abedul,
(Betula pubescens), es un árbol de hoja caduca que alcanza como máximo unos
10-15m de altura, con tronco no muy grueso y corteza lisa, cenicienta o
blanquecina muy característica, que se resquebraja y toma un tono amarillento o
pardusco solamente en la base del tronco. En los ejemplares jóvenes es más
oscura, algo teñida de pardo o rojizo.
Sus ramas
son erguidas o abiertas, formando una copa redondeada y más o menos irregular;
sus ramillas son de color ceniciento o pardo-rojizas, las más jóvenes
frecuentemente pelosas, y a veces con vesículas amarillentas resinosas que
también cubren las hojas al nacer, haciéndolas algo viscosas.
Sus
hojas tienen al principio algunos pelos que desaparecen o quedan reducidos a
mechones que se sitúan en la axila de los nervios inferiores. Nacen en
disposición alterna, con pecíolo de hasta 2cm o más de longitud. Tienen la
lámina romboidal, algo coriácea, estrecha en punta alargada y con el borde
irregularmente aserrado, algunos dientes son más grandes, aparentando ser
biserradas.
Las flores
masculinas se agrupan en gatillos colgantes, solitarios, en la terminación de
las ramillas. Las flores femeninas se encuentran sobre el mismo pie, en
gatillos colgantes, solitarios, que se mantienen hasta la diseminación del
fruto. Su fruto es en forma de nuez, provista lateralmente de dos alas
membranosas, tan anchas como la propia semilla.
Florece de
abril a mayo, y madura los frutos de julio a septiembre. Los amentos masculinos
están ya formados en otoño.
Se suele
encontrar en las riberas de los ríos, arroyos, orillas de lagunas y laderas
húmedas, es decir en suelos con gran permanencia de humedad, principalmente en
las montañas, a partir de 800 m pero puede crecer a mucha menos altura en el
norte de la península. Prefiere los suelos ácidos y sueltos y puede aguantar
fríos muy intensos. Es habitual encontrarlo como planta ornamental en parques y
jardines.
PROPIEDADES
MEDICINALES (diurético, antiséptico, depurativo y astringente)
Activa la
función de los riñones y estimula la secreción de orina. Es eficaz contra la
hidropesía (retención de agua). Indicado también en el artritismo y las
inflamaciones articulares y enfermedades de la piel, causadas por impurezas en
la sangre. La savia es eficaz contra la caída del cabello. Las hojas de abedul
presentan un ligero efecto colagogo, aumentando la secreción de bilis. Las
cortezas de abedul ejercen un efecto astringente dermatológico y favorecen la
cicatrización de las heridas. Popularmente se ha empleado también para la
limpieza y desinfección de heridas.
FORMAS DE
USO
Infusión:
Se toma en
forma de infusión de 20 a 50 grs. de hojas y/o yemas por litro de agua. Se
puede tomar hasta un litro diario. Como resulta un poco amarga, conviene
endulzarla con miel o azúcar moreno. La adición de 1 gramo de bicarbonato
sódico aumenta la eficacia de la tisana de abedul, pues sus principios activos
se disuelven mejor en medio alcalino.
También en
decocción de corteza, de 50 a 80 gramos por litro de agua; hervir hasta que se
reduzca a la mitad y tomar 2 o 3 tazas diarias endulzadas con miel. La savia se
ingiere diluida en agua (al 50%) a modo de bebida refrescante. Hay que evitar
que fermente. Tomando esa tisana durante los días precedentes a la
menstruación, aumenta el volumen de orina y disminuye la hinchazón de los
tejidos, especialmente en piernas, vientre y mamas.
Tratamientos
capilares:
Aplicar la
savia en forma de loción: se mezcla savia fresca, alcohol diluido y agua
destilada en las proporciones 3-1-1. Se aplicarán masajes diariamente durante
varias semanas.
Cicatrizante
Decocción de
un puñado de corteza seca por litro de agua durante un cuarto de hora. Aplicar
sobre la herida con una compresa el líquido resultante.
Eccemas
Dejar
macerar algunas hojas y corteza de Abedul en 25 cl. de agua, dejar reposar 24
horas. Aplicar directamente sobre las zonas afectadas 20 minutos al día.
Fuente: Eco
Terrazas
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