Investigadores de todo
el mundo prestaron atención desde tiempos inmemoriales al contenido de los
océanos. Hoy se sabe a ciencia cierta que contiene cerca de 100 minerales
esenciales para la vida y hay quienes se animan a aventurar que bebida en
determinadas dosis puede aliviar afecciones e incluso facilitar la pérdida de
peso. Cómo tomarla
12 Feb, 2019
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Ya Hipócrates, padre de
la medicina, había descrito los usos por vía externa del agua en afecciones
(iStock)
Ya Hipócrates, padre de
la medicina, había descrito los usos por vía externa del agua en afecciones
(iStock)
Que darse baños de mar
es bueno para la salud, ya se sabe. Así como también que los baños termales
benefician el organismo y son especialmente recomendados para el alivio de
determinadas patologías reumatológicas. Pero que beber el agua del mar puede
mejorar la salud, facilitando inclusive la pérdida de peso, es una novedad
absoluta, a pesar de que el estudio de las propiedades curativas del agua de
los océanos ya había quitado el sueño a decenas de científicos desde tiempos
inmemoriales.
Quienes profundizaron
en el tema fueron las médicas María Alejandra Rodríguez Zía y María Teresa
Ilari Valentí, y el licenciado Mariano Arnal, autores del libro El agua de mar,
de Fundación Aquamaris. En esta obra, los especialistas explicaron por qué el
agua del mar es uno de líquidos más completos del planeta, cómo se debe beber
para lograr los efectos curativos y, por último, todas las afecciones que
pueden ser tratadas con esta bebida: desde obesidad hasta hipertensión, pasando
por gastritis, hemorroides, estreñimiento, asma, resfríos, acné, psoriasis,
artrosis, fibromialgia y osteoporosis.
Se conoce del uso de
agua de mar con fines medicinales desde tiempos remotos. Ya Hipócrates, padre
de la medicina, describió su uso por vía externa en afecciones de la piel, y
tratamiento del dolor. Luego, Avicena, Celso y Galeno explicaron las virtudes
terapéuticas del mar y lo recomendaron para recuperar la salud perdida.
Desde obesidad hasta
hipertensión, pasando por gastritis, hemorroides, estreñimiento, asma,
resfríos, acné, psoriasis, artrosis, fibromialgia y osteoporosis pueden
tratarse con agua de mar
En el siglo XVI, el rey
de Francia, Enrique III, recibió tratamientos marinos por consejo de su médico,
que consideró los efectos benéficos de los baños marinos como
"fortificantes, astringentes, antipiógenos", entre otros. El primer
libro sobre talasoterapia fue escrito en Oxford por el doctor Richard Russell
en 1753, titulado El uso de agua de mar en las enfermedades de las glándulas.
En él describe cómo las personas -y en especial los niños- que habitaban en los
pueblos costeros tenían en general mejor salud que los del interior. Por eso
recomendó los baños de mar e incluso la ingesta de agua marina, difundiéndose
su uso en Gran Bretaña, Francia, Holanda y Alemania.
En 1896, René Quinton
realizó los primeros experimentos del uso del agua de mar en perros, y en 1897
se aplicó por vía intravenosa y bajo supervisión hospitalaria a un enfermo
terminal, que se recuperó totalmente. Quinton demostró en la práctica el poder
curativo del agua de mar y salvó miles de vidas al administrársela a pacientes
graves en los dispensarios marinos. Actualmente en algunos países como España,
y cada vez más países de hispanoamérica, se propuso el uso culinario de agua de
mar como complemento nutricional. En otros países como Japón, se desarrollaron
múltiples emprendimientos en torno al agua de mar: entre ellos, su utilización
en tratamientos médicos y como excipiente para la fabricación de productos
farmacéuticos.
Fuente: Infobae
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