El estrés emocional y unos hábitos
alimentarios poco saludables pueden exacerbar los síntomas.
El síndrome de intestino o colon
irritable es una trastorno cada vez más común en la sociedad. Sentirse con la
barriga hinchada, gases constantes, o tener que salir corriendo al baño después
de comer parecen síntomas "normales" con los que muchas personas conviven
día a día.
Que sea frecuente en tu vida y que
muchas personas de tu entorno lo sufran no le otorga la categoría de "algo
normal", ya que esto no es salud. Adentrados ya en otoño, y con ello en
las rutinas, las responsabilidades y la falta de tiempo, el factor del estrés
emocional se dispara y la sintomatología de colon irritable empieza a
descontrolarse aún más. ¿Te suena?
LOS PRIMEROS SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DE
COLON IRRITABLE
Los signos y síntomas más comunes del
síndrome de colon irritable son inflamación, dolor y distensión abdominal,
gases, y cuadros de estreñimiento y/o diarrea. Las personas que los sufren ven
su calidad de vida disminuida, pierden el gusto por la comida (a causa del
sentirse mal a posteriori), se aíslan de eventos sociales y se sienten de mal
humor.
Pero esto no es todo. Lo malo no son
solamente los síntomas, sino que la mala digestión puede provocar también una
mala absorción de la comida y eso derivar en un déficit de ciertos nutrientes.
Si sientes o intuyes que puedes estar
sufriendo de ello, es recomendable que acudas a un profesional de la salud y la
nutrición. A ser posible con un enfoque holístico, para que a la vez que te
pueda orientar con pautas de alimentación y una mejor gestión de las emociones,
el estrés, la ansiedad y tu grado de autoexigencia.
¿QUÉ AUMENTA Y QUÉ DISMINUYE LOS
SIGNOS Y SÍNTOMAS?
Una de las formas más fáciles de
controlar el síndrome de colon irritable es a través de la alimentación, ya que
existen alimentos que pueden aumentar los síntomas y signos, y otros que pueden
disminuirlos.
Cada persona es diferente, por lo que
debes también aprender a escuchar a tu cuerpo, así como averiguar lo que a ti
te afecte más o menos. Estos son algunos de ellos:
LÁCTEOS
Los alimentos lácteos como la leche
contienen un tipo de azúcar que se llama lactosa. La mayoría de los seres
humanos perdemos la capacidad de digerir la lactosa después de la etapa de
lactancia. Por lo mismo no toleramos bien los alimentos que la contienen, lo
cual puede generar gases, inflamación abdominal y malestares.
Las personas que tienen síndrome de
colon irritable se ven muy beneficiadas al evitar el consumo de estos
alimentos.
GLUTEN
El gluten es una proteína que se
encuentra en algunos alimentos de forma natural como el trigo, la cebada, el
centeno y la espelta. Hoy en día se ha utilizado excesivamente en la industria
de alimentos procesados y su composición molecular se ha visto modificada de
tal manera que podría llegar a provocar irritación intestinal.
En general, evitar alimentos
procesados hará que reduzcas el consumo de gluten considerablemente, además te
aconsejo sustituir panes o pastas de trigo por otras opciones sin gluten como
de trigo sarraceno, quinoa, maíz o arroz, y probar si sientes mejoría.
No tienes nada que perder y sí mucho
que ganar.
ALIMENTOS PROCESADOS ALTOS EN AZÚCAR
Los alimentos que consumes determinan
el tipo de bacterias que poblarán tus intestinos, que a su vez te ayudan o
perjudican tu salud en general. Estas bacterias son la llamada microbiota
intestinal, que se alimenta de lo que consumes.
Cuando consumes productos altos en
azúcares refinados o procesados, alimentas cierto tipo de microorganismos
(cepas) que crean una disbiosis intestinal, desequilibrios en tu jardín
intestinal.
FIBRA
La fibra es indispensable para
nuestra salud, porque nos ayuda a mejorar nuestras digestiones y a alimentar a
las bacterias buenas de nuestra microbiota intestinal. Sin embargo, en las
personas que ya padecen síndrome de colon irritable o alguna otra enfermedad
gastrointestinal, consumir fibra puede exacerbar los síntomas.
Para estos casos es importante ir de
la mano con un profesional de la salud que determine el tipo de fibra
necesaria, ya que en muchas ocasiones se eliminará o evitará al máximo la fibra
insoluble para rebajar la irritación intestinal.
Una vez las paredes intestinales
están curadas, se reintroducirá la fibra. Recuerda que no solamente los
alimentos afectan a esta condición de intestino irritable, sino que también es
importante llevar un estilo de vida más relajado para evitar el estrés.
La meditación, practicar pranayama o
respiración consciente, encontrar tus momentos para mover el cuerpo y hacer
ejercicio, y tener buenas relaciones interpersonales son tan importantes como
los ingredientes que encontramos en nuestro plato.
Carla Zaplana
Fuente: Cuerpomente
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