El Equinoccio de Marzo,
también llamado Equinoccio Vernal, marca el comienzo de la temporada de
Primavera en el Hemisferio Norte y la temporada de Otoño en el Hemisferio sur.
Por encima de todo, marca el comienzo del año astrológico, o dicho de otra manera,
cuando el Sol pasa por el 0º de Aries. Este Equinoccio de Marzo de 2021 llega
el 20 de marzo a las 09:37 UTC.
Pero por supuesto que
dentro de la Mitología Griega y en la creencia pagana de la antigua Gracia, nos
marca la entrada de Persefone, hija de la Madre Tierra, Ceres o Demetra, en el
Submundo (Equinoccio de Otoño) y el retorno a La Luz en el Equinoccio de Primavera.
Los Misterios Eleusinianos eran iniciaciones que se celebraban cada año para el
culto de Demeter y Perséfone con sede en el Santuario Panhelénico de Eleusis en
la antigua Grecia. Son los “más famosos de los ritos religiosos secretos de la
antigua Grecia. Los misterios representaban, como he dicho antes, el mito del
secuestro de Perséfone de su madre Demeter, por el Hades, Dios del Submundo, su
tío, ya que Hades y Demetra eran hermanos, en un ciclo con tres fases: el
descenso (pérdida), la búsqueda, y el ascenso, con el tema principal siendo el
ascenso de Perséfone y el reencuentro con su madre.
Mientras en el
Hemisferio Sur, Persefone está descendiendo hacia la sombra, donde estará los
próximos 6 meses, con la subsiguiente progresiva pérdida de luz, caída de hojas
y con las temperaturas en descenso; en el Hemisferio Norte , ella está
emergiendo de vuelta a La Luz, donde se regocijará por los próximos 6 meses al
igual que su madre Demetra y nuestros árboles se llenan de flores, de hojas y
de frutos y nuestros campos también. Lo que nos dice que en el Sur, el año
astrológico comienza en el descenso hacia la oscuridad y en el Norte, lo
contrario.
Perséfone es otra
expresión de la Venus, en su faceta más inocente. Este mito nos habla, de la
pérdida de la inocencia, del despertar a la sexualidad por parte de la hija, y
el principio del ocaso sexual de la madre. Persefone convirtiéndose en una
joven adulta y la madre, una verdadera adulta. En este comienzo de año
astrológico, la Venus, más relevante que nunca ya que se encuentra a poco más
de un grado del Sol, nos augura cierta esperanza, en nuestra capacidad de
encontrar compromiso, en medio de opiniones tan divididas como nos encontramos
en este momento. Venus en los últimos grados de Piscis nos recuerda que las
situaciones a solucionar este año, debemos hacerlas en unidad, ya que los
verdaderos dilemas que confronta el humano en este momento no pueden ser
resueltos por un país, por una cultura o raza en particular, ya que, como el
cambio climático, todos somos responsables por ello. La pandemia nos lo ha
recordado con creces, que en muchos aspectos, a pesar de nuestras diferencias
culturales, políticas, raciales, etc, somos todos de la misma raza humana.
La Luna se encuentra
junto Marte y el Nodo Norte de la Luna, en Géminis, quizás indicándonos que la
comunicación es uno de los temas pendientes que tenemos sobre la mesa, ya que
el poder que hemos ganado en los últimos años, con las redes sociales y la
internet, que nos permite expresar nuestra opinión cómo y cuándo queremos, como
dijo el tío de Spiderman, “con gran poder viene gran responsabilidad”, lo que
también aplica a todo el mundo. Tanto a las grandes empresas de la comunicación
como hasta el más pequeño individuo. Tenemos la certeza que lo que nos pasamos
es verdad? Estamos propagando la verdad o la mentira? De dónde viene la
información que paso a otros? Regulamos esta increíble libertad de expresión
sin coartar la misma? Debemos esperar que una institución ponga las reglas o
podemos actuar con responsabilidad cada uno de nosotros?
Kirón y Ceres, el gran
Curador y la Madre Tierra se encuentran juntos para este comienzo de año
astrológico, como si estuviesen debatiendo cual es el mejor tratamiento para
las quejas de la Pachamama. Ambos reciben el apoyo de Saturno, que se separa de
ellos por un textil o sea un ángulo de 60º, como si les dijese: “tendremos que
poner regulaciones globales, para impedir que los países más emisores
comprendan la urgencia de la situación mundial”. Todo esto, ya está ocurriendo,
como todos sabemos, lo que nos devuelve la responsabilidad a cada uno de
nosotros. Al fin de cuenta, somos los causantes y los únicos capacitados para
solucionarlo.
La cuadratura
Saturno-Urano, que nos acompaña todo el año ya funciona majestuosamente en
nuestras vidas y todos nos encontramos luchando por liberar una parte de
nuestras vidas, buscando la forma más real y contundente, sin dejarnos llevar
por el “canto del las sirenas” como dice un amigo. Claramente con Neptuno en
Piscis y un Venus Piscis, el volumen del canto de las sirenas ha subido
bastante en nuestra psique, quizás por que la realidad de la pandemia y su
efecto en la economía, es una realidad demasiado insoportable como para no
querer escaparla. Lo cotidiano puede ser intolerable o grandioso, depende con
qué ojos y estado de ánimo se lo mira. Estar vivo es mágico. Feliz Año!
Fuente: Astrologia Arquetipica
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