Cuando cada año para
esta fecha el Sol ingresa en ese signo zodiacal, el sistema solar se recarga y
nosotros también. ¿Cómo conectar con la gran fuerza cósmica que nos atraviesa?
Este fin de semana será el gran momento de dejarnos llevar por el equinoccio,
en un gran impulso vital...
Se dice que Aries es
como el Big Bang astrológico. Un símil anual de aquella gran explosión inicial,
del monumental estallido de energía en estado puro que dio origen al cosmos,
hace más de 15.000 millones de años. A partir de entonces todo se puso en movimiento
y comenzó a formarse nuestro universo. Qué fuerza, qué potencia se accionan en
ese instante 0, para dejar atrás la inmensa inercia de las aguas primigenias,
la disolución en el mar de las infinitas potencialidades e impulsar la
emergencia de las primeras formas elementales… Algo así, a menor escala, sucede
cuando el Sol entra, cada año, en el signo de Aries.
Arranca un nuevo ciclo,
cambian las estaciones, nuestro sistema solar recarga las pilas, y nosotros con
él…
Este año, el 20 de
marzo de madrugada, tres minutos después de salir por el horizonte del Este, el
Sol ingresa en el signo de Aries; adelantándose apenas al equinoccio del 21,
ese momento bisagra en el que la duración del día y la noche es igual en ambos
hemisferios (la palabra “equinoccio” viene del latín aequinoctium, formada por
aequus –igual- y nox, noctis –noche-, indicando la igualdad entre el día y la
noche). En el Norte, junto con el año astrológico, comienza la primavera.
Después de una larga oscuridad, la luz y la temperatura irán aumentando. La
Naturaleza recrea esa energía ariana, pues todo renace y se llena de verdes
brotes. Nosotros en el Sur, comenzamos en cambio el otoño; el aire se pone más
fresco, las hojas amarillean y nos preparamos para el invierno. Sin embargo,
nuestros proyectos arrancan después de un prolongado descanso estival. El
impulso de Aries, se hace sentir de todas formas.
El domingo 21 Venus –el
planeta de la belleza y el amor- sigue los pasos del Sol, e ingresa también en
Aries. Allí estarán haciendo una intensa conjunción hasta fin de mes. Venus
–Afrodita para los griegos– simboliza el principio femenino, y activa sus
cualidades esenciales: la armonía, la apertura, la receptividad, la escucha. El
Sol, la luminaria central de nuestro sistema –por eso llamado “solar”–, se
identifica con nuestra identidad. Este fin de semana de marzo iniciaremos el
nuevo año zodiacal con Venus y el Sol entrando juntos, como tomados de la mano,
al signo de Aries: el territorio astrológico del principio masculino por
excelencia.
Se abre un nuevo ciclo
bajo el influjo de este fuerte acercamiento entre lo femenino y lo masculino.
Después de los primeros
días juntos, el 26 de marzo se produce el clímax del encuentro. La conjunción
se hace partil, es decir que ambos estarán sincrónicamente unidos en el mismo
punto de Aries: el Sol a 6.8 grados y Venus, apenas por adelante, a 6.12
grados. Junto a Quirón –el arquetipo del “sanador herido”– transitando en esa
misma zona, se abre una gran oportunidad para acortar la mitológica distancia entre
lo femenino y lo masculino, que tantas heridas nos ha causado tanto a las
mujeres como a los hombres. Ya
hablaremos de este momento tan especial llamado Venus Star Point, que este año
llega solo unos días antes de la Pascua cristiana.
Por Ana María
Llamazares
Fuente: Sophia Online
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