Vive
el aquí-ahora, pues es la vida misma, lo único real. El aquí-ahora no puede ser
pensando, pues cuando piensas en él ya ha dejado de ser tal. El pasado y el
futuro son ficciones mentales. El pasado sólo existió cuando fue aquí-ahora.
Las experiencias que entonces viviste se han incorporado a tu consciencia y
están en ti y han coadyuvado a conformar lo que ahora eres, no tienes que
rememorarlas por medio de la mente, que además lo hará de modo selectivo –se acuerda
sólo de los aspectos que le interesan- e interpretativo –los recuerda como le
interesan-. En cuanto al futuro, ni siquiera ha llegado a existir en momento
alguno. La realidad es que tienes miedo para vivir aquí-ahora como tu corazón
te indica y te inventas el futuro para autoengañarte diciéndote a ti mismo que
harás mañana lo que no te atreves a hacer hoy. El futuro es una droga que
sustituye el miedo en que vives por el engaño del mañana. No rechaces tus
miedos: obsérvalos, acéptalos y, de esta manera, se irán diluyendo por sí
solos. Pero no los escondas tras la máscara del mañana, ya que entonces nunca
desaparecerán de tu vida. Vive centrado en las ocupaciones del aquí-ahora, no
en las pre-ocupaciones por lo que vendrá. Y vive sin miedo para hacer aquí-ahora
con tu vida lo que desde tu interior sientes y sabes, en lugar de autoengañarte
con la excusa de que ya lo harás mañana. Realmente, el pasado y el futuro no
existen. Por tanto, tampoco el llamado presente, que es, igualmente, otro
concepto mental. Lo único real es el aquí-ahora, que no puede ser pensado y
sólo admite ser vivido de instante en instante en el Vivir Viviendo.
Emilio
Carrillo
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