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Lao Tse dijo:
El
Camino implica respeto por lo que es pequeño y sutil, y actúa sin perder el
justo ritmo.
Redobla
tu cautela incluso a la centésima ocasión y no aumentarán los problemas.
Planear la fortuna no es suficiente; preocuparse de la calamidad es excesivo.
De
entre aquellos sobre los que ha caído la helada el mismo día, quienes estaban a
cubierto no sufren daño. Cuando los ignorantes están equipados, tienen tanto
éxito como los eruditos.
El
amor acumulado se convierte en buena fortuna, el odio acumulado se convierte en
desgracia. Todo el mundo sabe cómo ayudar en un problema, pero nadie sabe cómo
evitar que surja el problema.
Es
fácil hacer que no surja el problema, arduo actuar útilmente en el mismo. Las
personas de hoy día no se esfuerzan por que no surja el problema, se esfuerzan
en ayudar cuando ha surgido. Incluso los sabios no pueden inventar un plan para
ellos.
Existen
millones de causas de problemas y calamidad, más allá de cualquier posibilidad
de comparación. Los sabios viven inaccesiblemente para evitar los problemas,
esperando la ocasión en calma y en silencio.
Las
personas de miras estrechas, que no conocen la puerta de la calamidad y de la
fortuna, son susceptibles de caer en problemas cuando actúan; aunque tomen
precauciones elaboradas, no es suficiente para mantenerlas a salvo.
Por
ello, los caballeros de más alto rango evitan primero el problema y sólo
después buscan la ventaja;
primero
se mantienen apartados de la desgracia y sólo después buscan la fama.
Por
consiguiente, los sabios siempre trabajan en lo que no tiene forma afuera y no
mantienen sus mentes en lo que ha cobrado forma adentro. De esta manera, la
calamidad y los problemas no tienen manera de alcanzarlos, y ni el rechazo ni
la aclamación pueden salpicarlos.
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