"Para hacerlo bien,
estate dispuesto a hacerlo mal
repetidamente.
Para avanzar hacia la
perfección,viaja a través de la imperfección".
-
Ralph Marston
Todos nosotros fuimos creados para
aprender a través de nuestros errores.
Cometer errores es parte de nuestra
naturaleza, tan natural como beber agua y respirar aire.
Negarnos la libertad de cometer
errores puede causar que nos enfermemos, al igual que negarnos la necesidad de
agua o aire nos enfermará.
Desafortunadamente, una de las ideas
más difíciles de quebrar es la ilusión de que las personas, y otros seres,
deben ser castigados por cometer errores.
Cuando se actúa en consecuencia, tal
concepto erróneo es capaz de causar todo tipo de problema social e
interpersonal.
El hecho es que la amenaza de castigo
genera miedo, lo cual distorsiona nuestra visión y nos impide vivir y crecer
libremente.
A medida que ponemos nuestro
pensamiento en armonía con la naturaleza, nos damos cuenta de cómo todas
nuestras acciones y reacciones, pensamientos y palabras, afectan a todos y a
todo lo que nos rodea, incluso a nosotros mismos.
Como si todos estuviéramos en un gran
estanque inmóvil, y cuando hago una acción, un pensamiento o un sonido, la
vibración y las ondas afectan a todos, incluido yo mismo.
Lo que te hago a ti, lo hago a mí y a
todos nosotros. No hay separación; todos somos uno, respirando el mismo aire
que da vida, compartiendo la misma Luz de Espíritu en su interior.
Cuando vivimos más en armonía con
todo lo que nos rodea, intercambiando ideas, pensamientos, sentimientos y
acciones, comenzamos a saber que cada uno de nosotros es realmente muy
especial.
Lo suficientemente especial como para ser
colocado en esta vida para compartir y aprender de cada error y crecer a partir
de él.
Caminemos en la iluminación y dejemos
de lado el engaño del castigo.
Permítanos, en armonía, descubrir y
compartir nuestro derecho de nacimiento de la libertad: de mente, alma, cuerpo
y espíritu.
Que comience conmigo
Sobre el Autor
Charles Radler es un viajero
espiritual y en el momento de escribir este artículo estaba preso en las instalaciones
correccionales de Albion.
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