36
Lao Tse dijo:
Aquellos
a quienes llamamos sabios se adecuan a sus condiciones reales, esto es todo:
comen según el tamaño de sus vientres, se visten de acuerdo con el tamaño de
sus cuerpos. Como se moderan a sí mismos, no hay lugar para que pueda surgir
en sus mentes una actitud contaminada por la codicia.
Así
pues, para poder gobernar el mundo es esencial no tener nada que ver con el
mundo. Para poder manejar la fama es esencial no hacer nada en exceso para
conseguirla. Cuando alcanzan verdaderamente la condición real de la naturaleza
y de la vida, la humanidad y la justicia llegan junto a ellas.
Si
no hay nada que ponga un velo al espíritu, y nada que cargue a la mente, estás
completamente claro y totalmente en armonía, en paz y sin preocupaciones. El
poder y el beneficio no pueden tentarte, el sonido y la forma no pueden
seducirte; los creadores de discursos no pueden anularte, los intelectuales no
pueden conmoverte, los guerreros no pueden asustarte. Esta es la libertad de
las verdaderas personas.
Lo
que crea la creación no es creado; lo que hace evolucionar a la evolución no
evoluciona. Quienes no llegan a este Camino tal vez tengan conocimiento que
abarque el cielo y la tierra, reflejando la iluminación del sol y de la luna,
lógico como anillos que se unen y retórico como oro y joyas; sin embargo, nada
de ello sirve en absoluto para gobernar el mundo. Por ello, los sabios no
pierden lo que tienen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario