QUERIDA MEJOR AMIGA

Querida mejor amiga; querida yo:

Quiero aprovechar este tiempo de descanso para contarte como me siento.

Sé que puedo confiar en ti plenamente, sé que siempre estarás a mi lado y por eso precisamente me decido a abrir mi/tú corazón, aunque ya lo conoces:

Siento que ya ha llegado el momento de decirte que me valores, que estoy cansada de tu constante crítica, que merezco reconocimiento por tu parte, que estoy cansada de llorar, de estar triste, de que me exijas tanto, de ver lo dura que eres conmigo misma.

Siento que es hora de sentarnos una frente a otra en un espejo y de mirarnos a los ojos y mirarnos con amor, con ternura; sin expectativas, sin reproches.

Estoy segura que tal vez no pueda, que termine en un mar de lágrimas, pero también las acepto como parte de nuestro diálogo.

Necesito saber no solo que siempre estarás a mi lado, sino que no me llenarás de reproches.

Necesito saber que cuando veo mi imagen reflejada la miras desde el amor, no desde la culpa y que no usarás nunca más palabras hirientes para definirme; que ya las has sustituido por otras amables.

Necesito saber que cuando yo dudo, tú me valoras.

Te pido rodearme de gente que me ame y que me haga sentirme bien.

Te exijo desde hoy mirarnos cada día unos segundos cara a cara y sonreírnos con la boca y los ojos y decirnos:

Te quiero

Lo vales

Lo mereces

Adelante

Querida mejor amiga, yo misma, te abrazo y decido mirarte con amor el resto de mi vida.

AUTORA: Rosa Francés Herbasana Izha