SEGUNDO PASO LLEGAMOS AL CONVENCIMIENTO DE QUE UN PODER SUPERIOR PODIA DEVOLVERNOS EL SANO JUICIO.
“El Segundo Paso es mi favorito por la referencia al sano juicio.
Cuando dudo de la existencia de Dios o su involucramiento, este Paso me asegura de que la Gracia sucede.”
Jack W.
-Segundo Paso de CoDA
Amo el Segundo Paso. Cuando comencé mi recuperación de la codependencia, estaba deshecha por el comportamiento de las personas a mi alrededor. Me había abandonado a mí misma y mi vida. Lo que hacía para que los demás “vieran la luz” eran locuras.
Estaba fuera de control.
Después de derrotarme en el Primer Paso mediante el aceptar y admitir mi impotencia e ingobernabilidad, el Segundo Paso me trajo un respiro y la esperanza.
Ahora llevo algún tiempo en recuperación, pero aún amo este Paso. En los días en que se me olvida lo que sé de la recuperación, cuando mi mente gira, cuando regresa la vergüenza, cuando la ira, el resentimiento y los viejos esquemas vuelven a controlarme, cuando se me olvida que está bien ser quien soy y que está bien poseer mi propio poder, cuando siento pánico o me torno miedosa, cuando comienzo obsesivamente a depender de los demás para hacerme sentir o devolverme la realidad, entonces sé qué hacer.
Vuelvo al Primer Paso para situarme y recordar quién soy. Luego, procedo al Segundo para convertirme en todo lo que soy capaz de ser.
El Segundo Paso nos pone en el camino (un nuevo camino), una vía que contiene más poder y dirección de lo que podríamos tener solos.
Es el Paso de la transición. Nos lleva de dónde estamos a dónde queremos estar.
Todo lo que se nos pide es que creamos.
De hecho, sólo nos pide que “lleguemos al convencimiento”.
Lo hacemos abriendo nuestras mentes y corazones, y conectándonos con otros en recuperación.
No sólo tenemos cada uno nuestras propias ideas acerca de lo que significa ser devueltos al sano juicio, sino que también pueden cambiar estas ideas a medida que cambiemos nosotros mismos.
Al principio de la recuperación, necesitaba dejar de perseguir a alcohólicos tratando de controlar
su forma de beber y volver al sano juicio de vivir mi propia vida. Necesitaba recuperarme del autoabandono continuo y aprender a prestar atención amorosa y diaria a mis necesidades y a mí misma. Necesitaba dejar de pensar que podía controlar a otros y que era mi obligación, y aprender a soltar y permitir que la vida fluyera.
A veces necesito recobrar el sano juicio para dejar la vergüenza, el miedo y los sentimientos reprimidos y sentir paz, confianza y buenos sentimientos hacia mí misma. A veces necesito volver de una actitud negativa y sin esperanza, a una positiva y esperanzada.
A veces me atoro y necesito ayuda para salir.
O me obsesiono y necesito que me devuelvan mi mente y mi alma. A veces vuelvo a creer que otros tienen la llave de mi felicidad y mi destino, y entonces necesito ayuda para recordar que yo poseo esa llave. Otras veces, mi falta de sano juicio significa que me detengo, temblando dentro de mi mismo. Necesito que sean curados mis miedos para estar plenamente viva, poder vivir la vida, y confiar en su fluir.
Mi idea de sano juicio responde a no perder control de mí misma en las relaciones, aprender a no dejar que otros tengan todo el poder, aprender a no dejar que otros me controlen, sin importar qué tan sanos o bien intencionados sean. Para mí, tener sano juicio es estar en paz conmigo misma y cuidar de mí misma en las relaciones en vez de cuidar de ellos.
Vivir sin sano juicio o permitir a otros que nos maltraten, vivir como víctimas, no es tener sano
juicio. Vivir en la negación, diciéndonos que los demás están bien cuando están abusando de nosotros y tratándonos mal; criticándonos a nosotros mismos porque no nos gusta el abuso, es carecer de sano juicio.
Creer que merecemos tan poco de la vida es una falta de sano juicio.
Creer que lo tenemos que hacer solos, sea lo que sea, es innecesario.
Muchos de nosotros encontramos que a medida que progresa nuestra recuperación, la definición
de sano juicio cambia. Al principio, muchos llegamos a la recuperación pensando que es razonable reprimir nuestros sentimientos, estar a disgusto con nosotros mismos, quedarnos inmersos en la vergüenza, y sentirnos atrapados y sin esperanza.
Quizá llegamos a la recuperación pensando que es normal que las personas apenas aguanten estar vivas y se arrastren por una existencia desdichada. Quizá consideremos normal el negarnos y privarnos de satisfactores.
Quizá consideremos que nuestro afán de perfeccionismo sea normal.
Posiblemente veamos la victimización como un evento normal y cotidiano, una reacción razonable a las circunstancias de la vida.
Mas esta visión cambia para muchos de nosotros cuando identificamos estos comportamientos
como codependientes.
Más adelante, quizá consideremos cualquier vuelta a las emociones y los patrones negativos y desagradables que acompañan a la codependencia indeseable y una razón para repetir este Paso.
No nos culpamos ni esperamos liberarnos de enredos. Los enredos pueden ser beneficiosos y estimular nuestro crecimiento. No vemos las emociones como insanas, sino más bien como expresiones de un vivir sano. La mayoría de nosotros preferimos mantener nuestro equilibrio. De hecho, sentirnos bien y para nosotros eso significa sentir todas nuestras emociones comienza a caernos bien.
Algunos de nosotros buscamos más de este Paso y de nuestra recuperación en general, que simplemente regresar al sano juicio.
Muchos sentimos que jamás hemos experimentado el tipo de vida que desearíamos para nosotros mismos.
Sentimos que comenzamos por primera vez a desarrollar una forma de amar y vivir que es sana.
Este programa puede darnos eso. Nos puede volver al sano juicio si buscamos eso.
También puede renovarnos por completo.
Melody Beattie.
CONTINUA...
PUBLICACIONES
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario