El mar, cuna de todos los seres
vivos, fuente de vida, abre su secreto al mundo y nos entrega su tesoro más
valioso: la SALUD.
Realizó
varios experimentos que le llevaron a la fama, momento en el que comenzó en
Francia el nacimiento de los dispensarios marinos impulsados por él. En ellos
se atendía a niños desnutridos, salvándoles la vida inyectándoles agua de mar.
También trató a personas adultas de
innumerables enfermedades que curaba con el mismo método. Su fama y su remedio
se extendieron por el mundo y los dispensarios marinos comenzaron a surgir en
diversos países.
Las teorías de Quinton, con sus Leyes
de la Constancia, nos dieron una visión del origen humano y de la salud basada
en la Vida y en el equilibrio holístico (tratar a la persona como un todo, como
una entidad y no por partes separadas).
En cambio, la teoría de la evolución
atribuída a Darwin (copiada de Lamarck) y la Teoría de los Gérmenes de Pasteur
(que en aquellos años competían intelectualmente en igualdad con las ideas de
Quinton) se centraban en la competitividad, en la lucha. El desequilibrio y la
muerte.
Mientras que el plasma de Quintón
fortalecía el organismo en su conjunto, el suero de Pasteur, la vacuna,
intentaba aniquilar un tipo de microorganismo concreto declarado enemigo, el
cual era específico y por lo tanto no servía para destruir otro microbio
diferente.
Quinton, desarrollando sus Leyes de
la Constancia y fortaleciendo el terreno donde la célula vivía, demostraba que
ningún germen patógeno podría vivir en el mismo, por lo que actuaba
directamente fortaleciendo y defendiendo a todo el cuerpo ante cualquier
sustancia invasora.
Pronto el plasma de Quinton curó gran
número de enfermedades que se habían creído incurables y que la medicina de su
tiempo y las técnicas de Pasteur simplemente ni podían tratar. René fue
considerado en todo el mundo como un gran benefactor de la Humanidad,
homenajeado por gran número de Jefes de Estado, militares médicos, intelectuales…
hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial.
Durante la
misma y ante miles de soldados heridos, al no existir plasma suficiente, se
empleó el plasma de mar con resultados brillantes.
Pero la
guerra hizo olvidar los grandes logros de Quinton y los dispensarios fueron
cerrados uno a uno en poco tiempo. El interés económico de las vacunas y de las
farmacéuticas que comenzaban a invadir el mercado, prevaleció sobre la salud.
El capital va donde espera encontrar
rendimiento, no el bien común. Los poderes tenían, como hoy en día, gran
interés en mantener a la población débil, enferma, diezmada y bajo control.
Por su parte, el poder económico no
iba a financiar curas 100% eficaces y gratuitas, como la que nos suministra el agua del mar, teniendo a mano a
Darwin y a Pasteaur como coartada teórica para
justificar y producir toda una industria de artificios específicos
vendibles (antibióticos, vacunas, etc.).
Quinton ha
sido olvidado de forma increíble y premeditada, olvidado históricamente.
Sin embargo, el objeto de este
artículo es dar a conocer ampliamente a la humanidad las propiedades gratuitas
del mar, que existen personas que han seguido el trabajo de Quinton y que
trabajan para implantarlo de nuevo, creando dispensarios y oasis marinos como
legado permanente para la humanidad.
Difunden y continúan el trabajo de
Quinton: Laureano Dominguez - Francisco Garcia Donas – Francisco Sanchez –
Angel Gracia – Pedro Pozas
En el primer encuentro internacional
realizado en Tenerife en el 2003, la Doctora
Maria Jesús Clavera Ortíz expuso una ponencia con el título: “El uso del
agua del Mar en Pediatría” concluyendo que “el plasma marino está especialmente
indicado en toda patología aguda o crónica en la que esté involucrado el
aparato digestivo, mucosas, piel, así como el sistema inmunitario (infecciones
o alergias)” y termina diciendo que “en los países con escasez de recursos, el
agua de mar tienen un gran valor como nutriente en sí misma, como rehidratante
y como un importante agente antiinfecioso natural”.
En diciembre de 2004, coincidiendo
con el 2º Congreso Internacional del Agua de Mar, en la que participaron 22
universidades, se celebró una experiencia única. El Primer Naufragio
Voluntario, en la que 7 “náufragos voluntarios”, unos durante cuatro días y
otros siete, sobrevivieron sin agua dulce ni alimento, consumiendo
exclusivamente agua de mar, demostrándose así, ante la Comunidad científica
Internacional, el poder nutricional celular del agua de mar, suficiente como
para que un náufrago sobreviva en alta mar con agua hipertónica (consumición
directa), sin necesidad de beber agua dulce.
. Quedó desmentida la creencia popular
de que quien tenga un naufragio y beba agua de mar morirá o se volverá loco. No
sólo se hidrata el náufrago, sino que se nutre celularmente. Se acabó también
el mito con el que se sustentan las estadísticas que señalan que el 90% de los
náufragos mueren al tercer día. Además de hidratar el organismo mitigando su
sed, el agua del mar inhibe la sensación de hambre.
Beber tres vasos de agua de mar
isotónica (2/7 de agua de mar y 5/7 de agua mineral), es ideal para nuestro
organismo y nos protegerá de numerosas enfermedades. Este plasma marino es
gratuito y fuente de vida. Los dispensarios que nuevamente se están abriendo,
aunque muy lentamente, deberán ser las clínicas futuras, el bienestar del ser
humano que tiene a su alcance elementos gratuitos y en abundancia, para
reforzar su salud.
A la mayoría de los humanos el mar
nos atrae, nos fascina, nos encanta escuchar su canto cuando las olas chocan en
los acantilados o se deslizan suavemente por la arena fina de las playas.
Dentro de nosotros se activa nuestro recuerdo escondido, nuestra afinidad por
el lugar de donde procedemos, nuestro recuerdo celular que siente como el mar
es su infinita casa, su origen, la vida misma.
Nuestro cuerpo tiene un 70% de agua
de mar isotónica. Nuestras lágrimas, el sudor, la sangre… todo es salado. El
agua del mar baña todos nuestros organismos internos. Por ello tomar agua de
mar, es renovar nuestros líquidos internos y proteger el medio interno para que
ningún germen pueda alterar nuestra estructura.
El agua del mar presenta muchos
beneficios para nuestra salud:
· Debido a su densidad, nos facilita
la relajación muscular.
· Mejora la capacidad respiratoria.
· Ayuda en la eliminación de toxinas.
· Mejora la circulación sanguínea
debido a la presión.
· Por su alto contenido de sodio, el
agua de mar es de gran ayuda en la recuperación muscular.
Ademas:
· En el agua los esfuerzos del
corazón son menores.
· Los baños en agua de mar son buenos
para combatir la soriasis.
· Su alto contenido de magnesio es
muy efectivo para ayudar a calmar la ansiedad.
· Revitaliza los tejidos y equilibra
y retrasa el envejecimiento de nuestra piel.
· La brisa marina y los paseos por la
arena ayudan a nuestro organismo a mantenerse bien.
· El aire a la orilla del mar tiene
condiciones muy especiales pues está cargado de iones negativos generados por
las olas del mar, teniendo efecto relajante y antidepresivo.
Fuente: Extraido de publicacion de El Proyecto Matriz
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